En el mundo automotriz, eres tan grande como los números que generas. Bajo este principio, algunos fabricantes han burlado a la muerte una y otra vez, priorizando la rentabilidad sobre el producto. Por otro lado, hay quienes intentan materializar el sueño de un automóvil perfecto, como Alessandro De Tomaso, pero la historia no siempre les hace justicia y terminan quedando al margen de las grandes narrativas de la industria.
De Tomaso pasó de fabricar autos de competencia a producir vehículos de serie en un lapso relativamente corto, gracias a uno de los modelos que la historia no valoró como merecía: el De Tomaso Pantera.