En 1969 Nissan dio inicio a la leyenda del auto Z, no sin antes pasar algunos problemas como el hecho de que, en su inicio, Nissan recurrió a Yamaha para el diseño del auto, pero debido a que el resultado no convenció a los directivos de Nissan, el proyecto se ofreció entonces a Toyota y resulto en el ya legendario 2000GT (El abuelo paterno del actual Supra, cuyo padre actual es BMW).
La intención de Nissan en aquel entonces, era desarrollar un vehículo de halo que demostrara las capacidades técnicas de la marca japonesa.
El resultado fue el 240Z (S30). Aunque las versiones para Asia y América variaban en algunas de sus características y mecanicas, el resultado fue el que Nissan esperaba: Un coupe deportivo, atractivo, relativamente potente y accesible.
