Durante 1960, un
equipo de ingenieros de
Ford, liderados por George Stirrat, participaban en el Proyecto
canadiense X, el cual tenía como objetivo desarrollar un
motor de bloque
pequeño, gran confiabilidad y
potencia para el Ford GT40, ya
que, debido a
un cambio en las
regulaciones de LeMans, el anterior motor 427, no cumplía con las mismas.
Ford generó primero un motor de 221 pulgadas cúbicas, que sería utilizado en el Fairline. Para 1963 ese motor fue llevado a las 260 pulgadas cúbicas y al año siguiente se incrementó nuevamente el desplazamiento hasta llegar a las 289 pulgadas cúbicas.