Hace
unos años, si eras amante de los autos, aficionado al mundo motor, o estabas
relacionado con la industria, era parte de un ritual regular, caminar desde
casa u oficina a la tienda de revistas más cercana y pasar unos cuantos minutos
hojeando publicaciones, para terminar comprando siempre la publicación automotriz
de tu preferencia.
Si
además de esta, conseguías alguna edición era europea o norteamericana; ¡Mucho
mejor!