Las versiones de Shelby para los Mustang son sin duda un objeto de culto para los fans del PonyCar de Dearborn.
Hay, sin
ninguna duda, un atractivo especial es esos Mustang vestidos con el livery tan simple y tan llamativo de
Shelby: Carrocería blanca y franjas azules a todo lo largo, que, sin necesidad
de ningún rotulo o emblema, cuentan por si mismas miles de historias casi
legendarias.