Desde que Lawrence Stroll tomó el control de Aston Martin Lagonda Holdings en 2020, la firma inglesa ha vivido una renovación que no solo actualizó su portafolio de productos, sino que también llevó a la marca al gran circo de la Fórmula 1.
Aunque en tiempos recientes vendió parte de su participación accionaria, el Sr. Stroll ha logrado que una marca que vivía de recuerdos de autos antiguos y de calidad cuestionable ahora esté a la altura de Ferrari, Porsche o Lamborghini.