Todo
el mundo quiere un exótico. Pero una bestia de precio absurdo, con un V12
montado en la parte trasera que consume más combustible que un jet ejecutivo y
cuyo techo esta a la altura de tu cintura (si eres de estatura media), no es una
buena opción para el uso diario, a menos que seas una estrella pop canadiense, adolescente
y drogado.