Nos guste o no, los vehículos eléctricos (EV) ganan popularidad en América del Norte, y cada vez más propietarios descubren cómo las condiciones climáticas extremas pueden afectar el rendimiento de sus autos.
Ford ha sometido a prueba sus EV en algunos de los entornos más duros, desde los gélidos paisajes de Alaska hasta los fríos inviernos de la Península Superior de Michigan, lugares casi tan fríos como el corazón de tu ex.