En un movimiento que se siente más como un repliegue que como una modernización, varias marcas automotrices han comenzado a transformar sus portales oficiales de prensa.
En su lugar, migran a espacios tipo blog, cerrados y carentes de la estructura profesional que requieren los medios, carentes de recursos informativos y de multimedia. General Motors es el caso más reciente y notorio.
El resultado es evidente: menos visibilidad en medios especializados, menor cobertura orgánica y una desconexión notoria —casi alarmante— con la comunidad automotriz.