La historia del Jaguar XJ-220 inicia cuando Jim Randle, un
diseñador de Jaguar,
que soñaba con que la marca se reinventara, diseño un prototipo “No oficial” de
lo que un Jaguar de alto desempeño debería de ser. Y cuando
decimos no oficial, estamos hablando de que ningún ejecutivo de la empresa
había aprobado semejante ejercicio.
Por lo tanto, el primer prototipo se construyó con muy pocos recursos y en las penumbras. Cuando por fin el proyecto ganó notoriedad dentro de Jaguar, escaló rápidamente y fue aprobado apenas unas semanas antes de su presentación.
El prototipo fue terminado en las
primeras horas del 18 de octubre de 1988, la madrugada del mismo día en el que
el auto fue más tarde presentado al público en el Salón del Automóvil de
Birmingham.
Es importante señalar que el auto no tenía la intención de presentarse como un concepto de producción, era un pretexto para demostrar las capacidades de Jaguar y atraer clientes a su stand, pero el interés de los seguidores de Jaguar por el auto fue inmediato. Había incluso cheques en blanco en espera de que el auto se llevara a producción.
Sin embargo, Jaguar se
encontraba en una época gris, de pocos modelos nuevos, innovación escasa y apenas
algunas victorias en las pistas gracias al ímpetu de algunos directivos de la
marca traían alegrías a la casa.
Entonces la competencia europea
dictó el ritmo. Habría de venir el lanzamiento del Porsche 959, con el
que nació el concepto de super auto moderno y con el que se provocó un frenesí
por alcanzar nuevos niveles por parte de los fabricantes de autos.
Se preparaba el Ferrari F40,
Lamborghini trabajaba en el Diablo, Bugatti había renacido
con el EB110. La primera era de los super autos, había llegado.
Las posibilidades de que Jaguar respondiera a esta tendencia con algo a la altura estaban fuera de
consideración. Una rancia marca inglesa que fabricaba sedanes de lujo
distinguidos por sus maderas y pieles en las tapicerías, mas que por su
desempeño, lo ponían fuera de la ecuación.
A pesar de todo, se le dio luz
verde al proyecto: Jaguar construiría un super auto ingles con motor
V12, tracción en las cuatro ruedas, puertas de tijera, pero uso civilizado,
capaz de romper cualquier récord hasta la fecha.
Sonaba demasiado bueno para ser
real.
Tom Walkishaw (TRW), accionista de Jaguar creyó en el proyecto. Como buen fan de las carreras, estaba convencido de que los modelos de alto desempeño revivirían la agonizante marca. Pero contrario al enfoque que daban otras marcas a sus superautos, Walkishaw priorizo la reducción de costes y rentabilidad del proyecto. Por otra parte, la visión empresarial de Ford obligaba, además de reducir costes, a reducir los riegos de la inversión. La edición limitada fue puesta en preventa con la promesa del exótico inglés.
Conforme se desarrollaba el
proyecto las consideraciones técnicas no empataban con los presupuestos. El
motor no podría ser V12, su desarrollo generaría gastos no considerados,
el auto no podría ser tan largo, la distancia entre ejes debería de ser
reducida, las puertas no podrían ser de tijera. Se mantuvo el diseño básico y
la carrocería de aluminio.
Detrás del habitáculo de
pasajeros se montó un V6 biturbo similar al del Jaguar XJR de
competencia, acoplado a una transmisión de 5 velocidades.
Para 1991, ya con Ford
como propietaria de Jaguar, los prototipos de esta singular cadena de
producción habían terminado las pruebas. A pesar de las restricciones, sobre
todo las de la planta de poder, el automóvil había logrado un desempeño
notable, registrando velocidades en el circuito de Nardo de 217.1 mph (349.4
km/h).
Jaguar, con todas las
limitaciones, había superado la técnica alemana, la pasión italiana y el
vintage francés y había fabricado el automóvil de producción más rápido del
mundo.
Los primeros autos se comenzaron
a entregar en 1992 a aquellos clientes que, a pesar de que lo prometido distaba
mucho de ser lo recibido, no se sumergieron en demandas contra Jaguar.
Lo que debía de haber sido una gloriosa recepción, se vio nublada por el
orgullo inglés de saber que Ford estaba detrás de los autos Jaguar y que no había cumplido lo prometido.
El enorme felino, fue, a pesar de
las limitaciones, un monstruo de desempeño. Tuvo el récord Guinness de
velocidad para un auto de producción de 1994 a 1999, la generación de Gran
Turismo podrá dar testimonio de lo anterior.
La mecánica definitiva del auto
de producción era de un V6 de 24 válvulas DOCH, biturbo, que alcanzaba el
0-100 km/hr en 4.8 segundos.
Inicialmente se proyecto una
producción de 350 unidades a lo largo de dos años (1992-1994), sin embargo solo
se produjeron 281 unidades, debido al incremento de los costos y, según cuenta
la leyenda, al lanzamiento del McLaren F1, que provocó la cancelación de
los últimos pedidos fincados por el felino. El orgullo inglés demostró que valía
mas una marca realmente inglesa, que una inversión segura.
Al igual que otros míticos
modelos, el XJ-220 nunca llego en su forma de producción original a
América. Las regulaciones ambientales y de seguridad no permitieron que el auto
fuera street-legal en los Estados Unidos.
A pesar de su brutalidad mecánica
y ser derivado de un auto de carreras, el público ingles nunca termino de
aceptar al XJ-220, sin embargo el auto tuvo varios méritos no
reconocidos incluso hoy.
Su longitud extendida debida a
los principios aerodinámicos que utilizo Jaguar para su desarrollo, se adelantó
más de 30 años a autos como el McLaren Speedtail o Pagani Codalunga,
por ejemplo.
En su agonía, antes de ser
absorbida por Ford, Jaguar demostró que un auto de desempeño
notable, no tiene porque someter a sus ocupantes a limitaciones, el XJ-220
tenia uno de los interiores mas completos para un deportivo de la época.
Por otra parte el uso de la
aerodinámica en el XJ-220, en el que muchos de los inlets, canales y outlets
aerodinámicos no están a la vista, apenas ha empezado a ser explotado en
diseños modernos, curiosamente también por una marca inglesa: McLaren.
Al final de cuentas, el Jaguar XJ-220, forma parte del renacer de los super autos de los 90. Su estilizada
silueta es protagonista de la historia automotriz global.
Fue un excelente proyecto que no
se pudo concretar por la intervención de muchos actores y muchas deficiencias
en sus etapas de producción. Y aun así con su refinado perfil hizo un
silencioso homenaje al emblema del Jaguar. No hay otro auto de su época,
o incluso hoy, que pueda presumir de semejante gracia felina. Perfil bajo y
delicado, que contrastaba con las líneas cortadas de sus rivales. Líneas
elípticas ininterrumpidas en su perfil. Ninguna imagen de laminas huecas,
parrillas vacías, o seguros exteriores como sus rivales de la época.
El XJ-220 había
determinado nuevos estándares para los automóviles de alto desempeño. Si
pagabas cantidades estratosféricas de dinero por un deportivo, debías al menos
tener aire acondicionado y estéreo. Y a pesar del luto inglés, el XJ-220 marco
una era en la industria y es por eso que le consideramos una leyenda.
Crèditos:
Imágenes:
Supercars.net