Parece que después de la abrupta
salida de Carlos Tavares de Stellantis, el grupo no ha podido hacer mucho para
romper la inercia, y mientras los concesionarios de Chrysler y Dodge continúan solos,
tristes y abandonados en sus desiertas salas de exhibición, Stellantis siguen
centrado únicamente en promover sus marcas europeas, que para América, son solo
maracas de nicho que nunca alcanzaran volumen de ventas considerable.
Pero Alfa Romeo tiene sus fans en Europa y algunos cuantos, en el resto del mundo, por lo que la presencia de la casa en Bruselas es relevante.