Los super autos, como el Ford GT, tienen una vida limitada. Un día los presentan, los millonarios los compran aun antes de que se produzcan, sus imágenes inundan la internet, y son lo mejor que ha pasado en la historia de la humanidad… Hasta que la competencia lanza un nuevo modelo y entonces, tu mercado se distrae, y los autos empiezan a entramparse en los inventarios de la planta.
Tú, como CEO de la marca, reúnes a tu equipo de marketing y les pones un plazo fatal para que desarrollen una estrategia para vender los autos que, están por ser descontinuados este mismo año de la manera más rápida posible.
El director de marketing pone a su equipo a buscar desesperadamente en la historia de la marca un modelo emblemático, con el cual puedan despertar la nostalgia del cliente y hacerlos desear esos autos que están por dejar de producirse, pero que deben venderse rápido, muy rápido, porque si no el costo financiero de tenerlos almacenados en algún estacionamiento representaría una pérdida de dinero considerable.
Día y noche los especialistas de marketing hurgan en la historia de la marca. ¿Livery de Gulf? Ya se utilizó. ¿La combinación de franjas azul sobre blanco y viceversa de Shelby? También. Y se sumergen en los archivos históricos de la marca hasta que encuentran un modelo casi olvidado que representó algo para la marca.
Ese es el caso del Ford GT Alan Mann Heritage Edition.
Si preguntas a los fans más recalcitrantes de la historia de Ford en las competencias, tal vez 1 de cada 10 lo recuerde. El resto… bueno, investigará rápidamente en internet y te responderá al día siguiente.
El hecho es que para despertar el apetito de los clientes potenciales, Ford acaba de lanzar el Ford GT Alan Mann Heritage Edition, inspirado en los prototipos experimentales de Alan Mann Racing, que ayudaron a construir la leyenda del Ford GT en Le Mans.
Si Ford nos considerara dignos de poseer un GT, preferiríamos elegir y configurar el auto a nuestro entero gusto. Sobre todo si el auto de cual toma inspiración no ganó absolutamente nada.
Pero para quien puede hacerse de un GT, probablemente el color es lo de menos.
Créditos:
Imágenes: Ford.