Hace algunas décadas Nissan globalizo su
marca e imagen lo que no tendría ningún problema porque de la mano de Renault,
la marca nipona se ha creado una nueva identidad consistente que le ha
permitido mejorar su participación en la industria.
Pero últimamente Renault-Nissan revivió la
marca Datsun lo que plantea algunas situaciones curiosas:
Datsun vuelve a la vida y quienes le
conocimos anteriormente esperaríamos que la marca regresara al
mercado con algunos nameplates históricos que pongan en evidencia que si Nissan es casi un 90% Renault, Datsun sigue siendo Datsun.
Por ejemplo: El Z dejo de ser Datsun y fue
convertido en un Nissan dejando atrás su pasado, pero hay nombres como el
Bluebird que deben ser y permanecer en Datsun.
El Bluebird fue siempre un modelo emblemático para Datsun, debuto en 1957 y podemos asegurar que fue uno de los éxitos globales de Datsun.
El 310 era un auto que ilustra a la perfección
los inicios de la industria automotriz japonesa; Un modelo compacto, de líneas
redondeadas, espejos laterales montados muy adelante en sus salpicaderos, al
mejor estilo japonés, en un conjunto especialmente bien parecido para un compacto japonés
de aquellos años.
El 410 fue una evolución tan bien lograda,
que podría decirse que este Datsun era el competidor japonés del BMW Serie 3 contemporáneo.
En 1967 se lanzo el 510, probablemente el
Datsun mas conocido y de mejor estética. Con modelos coupé, sedan y vagoneta,
fue uno de los representantes mejor parecidos de Datsun. Su motor 1,600 c.c. le
hacia, sino particularmente veloz, por lo menos competitivo y capaz.
Estéticamente, el Datsun era una perfecta
mezcla de estilo y economía.
A partir de ese momento las líneas de Datsun
se sumieron en la peor época del diseño japonés.
Eventualmente Datsun dejo su
lugar a Nissan que en algunos mercados comercializo el Bluebird (Altima en
otros latitudes)
Esta introducción viene al caso debido a la
reciente presentación del Nissan IDx Nismo y Freeflow en Tokio.
VW tiene al Bettle, Fiat tiene al 500,
Cooper al Mini y parece que Nissan quiere tener al IDx, Pero para quienes
conocimos a Datsun, no queda duda de que las líneas del IDx en ambas versiones,
están fuertemente inspiradas por el Bluebird 510. De hecho, si Nissan revivió a
Datsun, este es el modelo que debería, por obligación, más que ningún otro,
haber portado el emblema de Datsun.
Ambos conceptos están perfectamente
concebidos y tienen la personalidad del 510 actualizada para que, sin ser
necesariamente retro, tenga las mejores claves de diseño que convirtieron al
Bluebird en un clásico.
El IDx monta también sus espejos
laterales en los salpicaderos como su predecesor.
Las branquias laterales en el salpicadero
del Freeflow es una característica tomada del GT-R y es probablemente la única característica
que aporta Nissan al diseño.
El poste C es también una clave de diseño de
Datsun tomada del pasado, no precisamente del 510 sino del 610. Un modelo no
tan bien logrado pero muy popular. La división horizontal del poste luce muy
Pegeout, pero es un rasgo moderno aceptable. El perfil de ambos conceptos es
limpio como en el 510, lo que se agradece.
La parte trasera vuelve a ser la
interpretación actual del 510; !Excelente ejecucion!.
En general nos parece que es uno de los
modelos con más sabor a auto japones. Uno que, de llegar a producción debía tener un rango de precio
equivalente al del Mini o 500, tendría el éxito comercial asegurado.
Parece que después de los excesos del
DeltaWing y BladeGlidder, Nissan está tomando la inspiración de un modelo
clásico de la casa.
Solo un favor Señor Gnosh; Pónganle un
emblema de Datsun (Se lo debe a Datsun) y revivan la marca
como se merece por su historia.