Cuando BMW decidió otorgarle nueva vida al Mini en 2001, muchos alrededor del planeta dudamos que el nuevo modelo pudiera replicar la personalidad y el éxito obtenido por su legendario antecesor… ¡Y nos equivocamos!
El
nuevo Mini ha sido un éxito global. La aceptación del modelo, además de su emblemática
marca y concepto, ha sido sostenida por una imagen actualizada y cualidades
dinámicas que le otorga su recién adquirida herencia germana, cortesía de BMW.
Pero
el problema que se plantea al revivir un modelo icónico es que una vez que se re-crea visualmente el mito, esteticamente habrá muy poco que hacer con el modelo
dado que se corre el riesgo de romper los lazos visuales que lo unen con el
modelo que lo inspiro y en el intento, los modelos nuevos resultan ser
variaciones del mismo tema.
BMW
lo sabe, y evidentemente también ha sentido que la velocidad de desplazamiento
de sus unidades ha descendido, por lo que esta en una encrucijada interesante.
Es
evidente que el diseño de Mini, debe continuar siendo Mini, pero por otra
parte, el modelo debe evolucionar para atraer nuevos clientes o para
convertirse en objeto de deseo de los clientes leales a la marca.
Tal
es el caso de nuevo Mini. El fabricante se ha cansado de declarar en todos los
medios que todos los componentes del auto han sido sometidos a revisión en la
mesa de diseño.
Si
lo anterior es cierto, es impresionante el trabajo que hicieron para crear un
nuevo modelo que luce exactamente igual al anterior.
Los
cambios son tan sutiles que solo un fanático puede reconocerlos, además con
tantas ediciones especiales y modelos diferentes, la tarea se complica.
Lo
que es un hecho es que el Mini incrementa dimensiones en cada nueva edición, y
esto debe de convertirse en un problema en algún momento para los fans hardcore,
porque resulta que el Mini ya tiene mayores dimensiones que muchos compactos de
otras marcas.
Al
igual que sus dimensiones generales, las luces delanteras, traseras, parrilla y
molduras son mas grandes que en su predecesor.
Una
mejora significativa es que por fin el enorme "cuadrante" de la unidad de radio, redonda y enorme, se ha ido.
Al
igual que su tablero, los interiores han sido modificados, abandonando las
tendencias retro con la aparente intención de que el Mini por fin pretenda ser
un automóvil de este siglo y caracter y funcionalidad congruente.
Muchas
de las modificaciones en el nuevo auto se centran en mejorar sus
prestaciones, tanto dinámicas como de habitabilidad, practicidad, economía,
rendimiento y desempeño.
En pocas
palabras, parece que Mini se ha dado cuenta de que ser solo un coche de nicho,
un juguete de dimensiones grandes, la actualización de una nostálgico modelo,
no es suficiente para seguir cumpliendo objetivos de venta.