Hubo un tiempo en que la Escalade
y la Navigator crearon y dominaron el mercado de los SUV Premium. No había competencia
pero hoy la industria se ha transformado significativamente.
Ford se deshizo de Land Rover
y Jaguar mientras GM sufrió en el 2008 la peor crisis de su historia.
Para cuando estos gigantes
recuperaron la capacidad de actualizar significativamente sus modelos se
toparon con la novedad de que las marcas japonesas y europeas tenían sus
propios SUV y Crossover de gama alta y si bien algunos de ellos son estéticamente
lamentables como el QX80 de Infiniti, otros como el Cayenne de Porsche, han
afectado la percepción de los clientes a tal grado que han creado niveles
superiores de nicho de mercado a los que anteriormente inauguraron Cadillac y Lincoln.
Hoy Porsche, Land Rover, BMW y
otras tantas dominan el mercado de lujo de los SUVs mientras Maseratti, Bentley
e incluso Lamborghini preparan sus respectivos representantes para este
segmento.
Pues por si lo anterior fuera
poco, Jaguar recién lanza, por primera vez en su historia, su propio Crossover.
Las capacidades dinámicas del
nuevo felino están garantizadas por la unión genética de Jaguar y Land Rover,
incluso las dimensiones son muy similares a las del Evoque, pero salvo esta
similitud es notable la ejecución del diseño del concepto.
El C-X17 es inequívocamente Jaguar.
Las masivas ruedas del concepto le dan una imagen muy agresiva a su perfil que
es extremadamente limpio. De hecho, solo las salidas de aire que van de sus
salpicaderos hasta sus puertas y los costados ensanchados inspirados en el
F-Type pueden ser considerados como claves de diseño distintivas.
El frente es totalmente Jaguar.
La parrilla y las lámparas delanteras son una traducción perfecta de los temas
encontrados en el XF y XJ, al igual que las dos tomas inferiores de aire. Elegante
y sobrio, pero con una imagen de poder discreto esperando explotar en el momento que su piloto
lo requiera, como todo buen Jaguar.
El medallón trasero de base
sinuosa y las lámparas traseras son evidentemente inspiradas por el F-Type y el
C-X75 Concept.
Aun cuando el modelo luce muy
cercano a la producción, los cambios pueden afectar la actual apariencia del
resultado final que manejara los clientes, pero si Jaguar conserva por lo menos
las claves de diseño del concepto y las cualidades dinámicas que ostenta, el
gato ingles está en buen camino.