Lamborghini... ¿Qué podría escribir como introducción
para Lamborghini que no se haya dicho antes?
La leyenda de un hombre, la obsesión por crear el mejor auto del mundo, modelos espectaculares, un trajinar empresarial que llevo a la marca de Italia a Asia, América y de regreso a Europa, esta vez a Alemania.
El emblema del cual han brotado nameplates tan legendarios como el 350 GTV, el hermoso Miura, el auto que creo la denominación de exótico; El Countach, El Diablo, y otros mas.
No negaremos que cuando la influencia
Alemana se hizo sentir en Santa Ágata, creímos que el diseño apasionado, mediterráneo
y radical de Lamborghini había llegado a su fin.
El Murciélago fue brutal, intimidante, pero sus
líneas eran tan antisépticas, exactas, muy… germanas.
Entonces, en el 2003 debuto el Gallardo y
voy a ser muy sincero, en su momento pensé que podía montársele un emblema de
Audi y nadie notaria la diferencia, de hecho algo así sucedió con el R8, pero además me parecía sacrílego que un
Lamborghini, aun cuando se tratara de modelo accesible de la casa, no tuviera
siquiera puertas de “tijera”.
La primera vez que tuvimos un Gallardo enfrente,
borramos mentalmente a Lamborghini de nuestros favoritos. El Gallardo era diplomáticamente correcto… Demasiado correcto para ser un Lamborghini. Evidentemente se trataba de una
maquina de desempeño excepcional, pero carecía del misterio, voluptuosidad y carácter
excéntrico de los modelos que lo precedieron.
Pero el tiempo demostró lo equivocados que
estábamos.
Algo que Lamborghini siempre necesito y de lo que siempre había carecido era rentabilidad y el Gallardo seria el medio mediante el cual la marca podría subsistir.
Al poco tiempo el Gallardo demostró ser un
Lamborghini para el mundo real, uno que se podía manejar sin ser piloto de
formula 1, al cual se podía mantener sin necesidad de ser Rey de un país
petrolero de Medio Oriente, uno que al que se le podían cerrar las puertas sin ser
contorsionista y estacionar sin necesidad de ser adivino.
Había que aceptarlo, la influencia alemana había aportado tecnología y exactitud a la artesanía italiana. Lo que para el afortunado propietario de un Gallardo, era muy importante.
El Lamborghini
Gallardo fue el primer Lamborghini para el mundo real.
Fue en 2005 cuando se lanzo el Spyder y en
2007 el Superleggera, lo que brindaba mayores opciones a los clientes
potenciales.
Para 2008, un facelift le otorgo al
Lamborghini una personalidad con más sabor, mas definido. Los diseñadores en
Santa Ágata estaban retomando sus raíces.
En el lapso de 10 años, este pequeño toro de
lidia tuvo mas de 30 variaciones y ediciones especiales, desde las ediciones
comunes (si es que algún Lamborghini alguna vez podría ser considerado común),
hasta exponentes verdaderamente radicales como el LP570-4 Squadra Corse con
desempeño y tecnologías de tope de línea para cualquier modelo del planeta; ¡Un
verdadero exótico!
Pero más que por un desempeño en particular
de su gama, el Gallardo fue en gran parte el auto al cual le debemos agradecer que
Lamborghini siga aun con nosotros.
Con 10 años de comercialización en más de 45 países, el Gallardo puede presumir hoy de ser el primer Lamborghini verdaderamente global y el más vendido de la historia de la casa de Santa Ágata.
Hoy más de 14,000 de los 30,000 Lamborghini's
construidos a lo largo de la historia de la marca, son Gallardos. Un logro
excepcional para un automóvil de sus características y precio el cual ayer, después
de 10 años, por fin ha dejado de producirse.
Más allá de los tiempos de 0-100, de los
bhp, de las puertas de “tijera” que nunca porto, el Gallardo demostró que un
verdadero exótico italiano también puede ser confiable, cómodo, habitable y
rentable.
Hoy nos despedimos de un modelo que sin duda se
ha ganado su lugar por méritos propios en la historia de Lamborghini; Nuestra marca
favorita.
¡Grazie e arrivedercci Gallardo!