Algunos por ser extremadamente bellos, otros por ser singulares, otros por tener prestaciones tan salvajes, que eran verdaderas bestias que podían devorar a su piloto si este no contaba con la aptitud para domarlo.
Los Concept Cars tienen un destino ingrato. Debutan un día en el salón del automóvil de una gran metrópoli. Todos en la empresa, desde el CEO hasta quienes armaron el stand, trabajan alrededor del auto.
El diseño, ese extraño concepto que hace que un objeto nos parezca atractivo. Tan fácil de apreciar y tan difícil de conceptualizar. Es por eso que hemos tomado tres autos como pretexto para intentar, de manera muy breve, explicar como es que los diseñadores ponen una serie de valores estéticos perfectamente calculados detrás de cada auto que nos parece atractivo. No vamos a decirte cual es mas bello, simplemente de explicarte por que cada uno de estos, muy similares entre sí, tienen una conceptualización completamente diferente.
La historia es por demás conocida. Dino, el único hijo legítimo de Enzo Ferrari, y con el cual, Il Commendatore quiso homenajear a su hijo, designando esta marca a los modelos que montaran motores de 6 cilindros y que además en su momento revolucionaron el diseño de lo que un deportivo compacto de Gran Turismo debería de ser, después de que, por ejemplo, Alpine había tomado al mundo por sorpresa con el A110.
¿Cuántas veces hemos escuchado adjetivos como exclusivo, muscle, deportivo, exótico o super-auto para referirnos a un automóvil?
Y a los amantes de los autos nos queda claro cual es la diferencia entre uno y otro de estos términos. ¿Pero que hay de los hyper-cars?