La historia es por demás conocida. Dino, el único hijo legítimo de Enzo Ferrari, y con el cual, Il Commendatore quiso homenajear a su hijo, designando esta marca a los modelos que montaran motores de 6 cilindros y que además en su momento revolucionaron el diseño de lo que un deportivo compacto de Gran Turismo debería de ser, después de que, por ejemplo, Alpine había tomado al mundo por sorpresa con el A110.
En algún momento en Maranello se debe haber considerado revivir la marca Dino para competir con Alpine o Porsche, pero hay que considerar que además se competiría con Maserati, y Alfa-Romeo que son marcas de casa, asi que además de la inmensa inversión que representaría revivir una marca, el esfuerzo para crear una red de concesionarios y la historia trágica detrás del nombre Dino.
Ferrari parece haber hecho la elección lógica: Diseñar el sucesor espiritual de los modelos de Dino que valieron la pena haciéndolo lo suficientemente identificable, pero lanzado bajo el cobijo del Cavallino Rampante.
Después de este breviario histórico repasemos la mecánica del el primer Ferrari V6 de la historia:
El 296 GTB monta in V6 a 120 grados (apenas a 60 grados de ser un flat) turbo cargado, que genera 663 CV, emparejado con un motor electrico que le proporciona 167 CV extras, para un poder combinado de 830 CV. Esta configuración híbrida entrega la suficiente potencia para ser todo un Ferrari, pero además te permitirá utilizar el modo eléctrico durante 25 kms. Que no es nada comparado con la competencia de fabricantes de autos eléctricos actuales, pero que pone a Ferrari dentro del juego de la ecología sobre ruedas.
En cuanto a su diseño, Ferrari señala que este es la berlinetta más compacta jamás fabricada en Maranello en los últimos 10 años. Que, para los estándares de Ferrari, esto significa menos masivo.
Hay que decir que este auto se lanza cuando los fabricantes de superdeportivos están optando por ejemplares menos voluminosos. Y para muestra basta citar al McLaren Artura. Y es imposible que no existan lugares comunes. Pero visualmente cada fabricante apuesta por su propia tendencia de diseño.
De frente, la parte inferior del 296GTB, desde el splitter inferior y sus tomas de aire laterales, Ferrari opta por una imagen envolvente y elegantemente sencilla. No hay disrupciones en sus líneas frontales. Volúmenes, líneas y cortes están perfectamente conjugados. Las lámparas delanteras son minimalistas, y ligeramente tiradas hacia los costados. No había forma de que existiera mayor unión genética al Dino 206 y 246GT en la actualidad que re interpretando las lámparas delanteras con branquias laterales.
En efecto es un Ferrari, pero minimalista tanto en talla como en detalles.
El parabrisas es ligeramente envolvente, sin caer en exageraciones. Fluye con el diseño afilado y limpio del frente de manera casi imperceptible.
Las verdaderas dimensiones del auto se aprecian en los costados, desde donde las puertas y el perfil de las ventanillas laterales lucen cortas contra otros modelos de la casa.
La imagen lateral se vuelve ligera gracias a la cintura visual del estribo en color contrastante, que disminuye la imagen a la altura del poste B para ensancharse hasta encontrarse con el arco de la rueda trasera.
El auto conserva la configuración del poste B/C ascendente y envolvente de otros modelos de motor central de la casa, hasta convertirse en una barra superior que atraviesa el auto por encima de los ocupantes. Complementa la imagen y es funcional como roll bar.
Ha partir de este elemento y hacia atrás vienen los detalles que unen al 296GTB con los más icónicos Dino ’s: el 206 GT, 246GT y 246GTS, sin tomar en cuenta, claro está, a los horrendos Dino 208 y 308GT4 o al Fiat Dino. La tradicional toma de aire lateral bajo el poste B es más discreta e incluso, mejor lograda que en otros modelos de Ferrari. El resaque que la presagia en el costado y hasta una corta fracción de la puerta debería ser mas largo para unirlo completamente al Dino.
El volumen que genera el costado trasero sobre el arco de la rueda trasera, no termina por convencer. Luce retro, y desde algunas perspectivas, exagerado. Parece extraído directamente de un Ford GT40. Y no es que el costado de un GT40 este mal, pero en este modelo en particular no tiene sustento. Rompe la limpieza del diseño. La curva superior de este componente rompe el esquema de trazos limpios y exactos. Curvas menos voluptuosas hubieran tenido más congruencia estética.
La parte trasera retoma la limpieza. Un spoiler perfectamente horizontal cruza de lado a lado, flanqueado por lámparas trasera minimalistas con solo el efecto residual de la imagen de lámpara doble redonda tradicional en Ferrari. Las salidas del escape al centro y en posición sobre el porta placas trasero le otorga identidad y parte la rejillas traseras de ventilación, muy similar a la disposición frontal. Hay una mínima barra de choque trasera que enmarca la parte inferior de las ventilas y monta la porta placas y alberga un voluminoso difusor trasero.
Desde arriba, Ferrari sigue siendo muy vanguardista en lo que respecta a reconfigurar las tapas del motor. En este GTB la bahía es un hexágono suavizado con dos tomas para fluidos del motor y una tapa reducida, que a los amantes de Ferrari les recordará el mismo elemento visto en el Testarossa. La tapa del motor en su conjunto es soberbia.
En el interior el diseño es inconfundiblemente Ferrari, pero con una interpretación evolutiva muy agradable y evidentemente en dimensiones reducidas.
El selector de velocidades sigue luciendo un poco absurdo, es decir, si, mantiene las tradicionales placas del selector, pero con una perilla que estéticamente rompe con cualquier elemento visual del interior.
En general, el resultado es muy bueno. Pero parece que, a Ferrari, el haber debutado su propia interpretación de este vehículo, después de que Maserati debutará el MC20 y habiéndose quedado atrás de la competencia con McLaren y el Artura, le opaco el lanzamiento.
Para nosotros, el MC20 queda descartado, el Porsche 911 juega en su propia liga, y solo el McLaren Artura y el Lamborghini Huracán pueden ser dignos competidores de este nuevo Dino.
Créditos:
Imágenes: Ferrari.