El
Twingo es un modelo de Renault al que somos ajenos en algunos mercados
americanos.
Este sub-compacto francés se presento en 1992 y ha sido desde su nacimiento un hatchback con las peores características estéticas del diseño francés.
En
su primera generaciones, la inclinación ascendente del su pequeño cofre en el
mismo ángulo que su parabrisas fue el antecedente de los mono volúmenes, pero el
Twingo los supero a todos por su malogradas líneas, diseño mediocre, interiores
baratos y dudosa confiabilidad.
Su
segunda generación mejoro notablemente la estética general. Pero seguía sin
decidirse por ser una hatchback familiar o un mono volumen.
En
el pasado show de Génova, Renault presento el mejor Twingo hasta la fecha.
Con
su predecesor comparte únicamente el nombre. Todo lo demás es nuevo y mejorado.
No necesariamente más grande o potente; ¡Mejor!
Sus
dimensiones exteriores, particularmente el largo, se ha reducido, sin embargo
su cabina ha sido ampliada.
Su
radio de giro es un metro menor al de sus competidores gracias a que sobre su
eje delantero no descansa ningún motor que limite el giro de sus ruedas, esto
se traduce en una mejor maniobrabilidad.
A
pesar de ser compacto, el Twingo tiene 5 puertas y un piso totalmente plano
gracias a su motor trasero.
El
motor de tres cilindros está ubicado entre las ruedas posteriores gracias al
uso de la plataforma Daimler del Smart. Esta configuración le permite el
pequeño Twingo, tener compartimientos de carga delantero; bajo el cofre, y atrás;
detrás del respaldo del asiento trasero como cualquier hatch y al más puro
estilo de los Renault de los 60 y anteriores.
El
Twingo Mk3 cuenta con una personalidad más definida y viril. Este podría ser un
contendiente que en ediciones especiales competiría de igual a igual contra el
Mini Cooper, Fiat 500 u Opel Adam. Sin embargo Renault no pierde de vista el carácter
más accesible de la marca.
Sus
4 puertas son evidentes solo al estar abiertas. El pequeño auto puede hacerse
pasar sin problemas por un hatch de 2 puertas.
Detalles
como el portón trasero en negro, spoiler trasero elevado, ruedas de aleación,
molduras y gráficos en varios terminados, luces de niebla compuestas, ventilas
traseras para el motor e incluso una simpática moldura en la fascia trasera
simulando un difusor, le otorgan al pequeño Renault mucha actitud.
Su
interiores son básicos pero con mucho estilo y color.
Luce
bien y muy Renault. Su configuración le otorga cierto pedigrí que los aficionados
a la marca apreciaran. Ahora solo falta que Renault nos deje disfrutarlo en
todo el mundo.
Créditos:
Imágenes:
Renault Media.