La
nictofobia se define como un persistente, anormal e injustificado miedo o fobia
a la noche y esta estrechamente relacionado con el hecho conocido de que la
vista del ser humano está severamente limitada por la obscuridad.
Y
el miedo a la obscuridad es algo que parece afectar el juicio estético
de los diseñadores automotrices.
Un
elemento de vital importancia funcional y estética en un automóvil, cualquiera
que este sea son sus lámparas, en su inicio fueron simples elementos con superficie
reflejante redonda, la cuan dictaba su forma exterior.
Las
marcas alemanas siempre han sido pioneras en este campo dado que el clima brumoso,
muy común en Alemania exige mejores elementos ópticos.
Fue Mercedes-Benz, quien a inicios del siglo XX, moldeo las lámparas de sus automóviles a fin de mejorar su funcionalidad e integrarlos al diseño de sus vehículos.
Después de la sobriedad y elegancia de Mercedes no han sido pocos los diseñadores y fabricante que han intentado innovar las lámparas automotrices.
Una de las soluciones más repetidas y erróneas ha sido agregar más de dos pares de luces delanteras.
La
configuración común de lámparas delanteras en un auto sería la siguiente: 2 luces
principales, la mayoría con luces altas/bajas, direccionales y daytime running
lamps integradas, y un par de fog-lamps, que en modelos básicos pueden ser
luces direccionales o luces de estacionamiento.
Pero
a lo largo del siglo XX hay ejemplos de diseños mal logrados y la mayoría parece
tener en común la nictofonia de su diseñador, porque varios tienen más de 4
unidades luminosas en su frente.
Hay
ejemplos verdaderamente exóticos como el Tatra 603, un exótico sedan de Checoslovaquia
de los 60, como motor central trasero y cuatro puertas, que como no tenia en
que ocupar su frente, este fue llenado con un housing para lámparas en el que
albergaba 4 lámparas principales, además de un par de luces de niebla montadas
sobre su parachoques delantero y un par de luces direccionales en sus salpicaderos.
Pero
no solo exóticas marcas desaparecidas cometieron este error. El Aston-Martin Lagonda de 1976, tenía en su frente 4 luces de niebla, 2 lámparas de
estacionamiento y dos direccionales ¡además de 4 faros principales abatibles sobre
su frente!
Sin
duda su diseñador tenía miedo a la obscuridad.
Miembros
distinguidos del catalogo de los vehículos más feos de la historia siguen
repitieron esta pifia estética, el Fiat Multipla, sin duda el auto más feos de
la historia tanto por dentro como por fuera, no solo tuvo 6 faros y dos luces
direccionales, sino que fue vanguardista al montar dos de ellos en… ¡La base de
su parabrisas!
Y
como sería una lista de errores de diseño sin el omnipresente y feo
representante de GM; ¡El Pontiac Aztek!
Concebido
como SUV pero construido sobre una plataforma de minivan, el Aztek montaba también
3 pares de lámparas en su frente.
Y
muchos fans de los autos pensaran que la cúspide del mal gusto automotriz
concluyo con el Aztek… ¡Nada de eso!
Nissan,
que bajo la tutela de Carlos Goshn ha sido mayormente acertada, carga sobre sus
hombros “eso” que bautizaron como Juke y que, ¡no podía faltar!
Monta 2 luces principales que parecen enormes fog-lamps redondas, dos luces auxiliares: ¡Sobre el cofre! Y dos minúsculas luces de niebla en su spoiler inferior.
¿Y
qué decir del Cherokee de Jeep?
Parece
que quiso dejar en claro la influencia de Fiat en su nueva personalidad y tiene
6 luces frontales con funciones tan complicadas y confusas como “eso” que lleva
el emblema Nissan.
Señores
diseñadores: Cuenten la cantidad de lámparas que porta Mercedes, Rolls Royce,
Bentley o alguna otra marca de diseño distinguido; Conservar la sencillez es
siempre la solución más inteligente.
¿Si
estas pensando en comprar un auto y quieres asegurarte que es un auto “bien parecido”?
Asegúrate que no tenga más de 4 luces frontales.
Fuentes:
Imágenes:
Nissan Media, Fiat Press, Wiki-Media