Hace
años un auto de lujo era el mismo carro económico, con asientos en velour,
toldo de vinil y cantidades absurdas de cromo repartidas generosamente en toda
su carrocería.
Las
marcas premiun europeas, sin embargo, construían su prestigio en las
competencias y el lujo era una cuestión de exclusividad.
Muchas
marcas siguen poniendo cromo en sus autos, pero Infiniti ha venido tratando de
mejorar su imagen de marca al estilo europeo.
Se
eligió la marca para representar a los motores Renault en la escudería
Red-Bull, campeona del mundo de F1 y fue el mismo Sebastián Vettel quien firmo
algunos modelos de la marca.
Y
aunque la imagen mejoro, Infiniti carece de un deportivo que le haga frente a
los M, AMG, V, RS y tantas otras etiquetas que significan alto desempeño.
Pero
todo eso podría cambiar; El Infiniti Q50 fue presentado en sociedad en el NAIAS
2014 Pero su imagen no era revolucionaria. Lucia como un
muy atractivo Infiniti… tuneado.
Pero
en Génova, parece que Infiniti se dio cuenta que su hermano de clase media;
Nissan, posee uno de los motores más brutales de la industria; ¡Y decidieron
hacer buen uso de el!!
Para
Génova el equipo de Infiniti ha llevado el mismo Q50 Eau Rouge para revelarnos
su planta de poder; Un majestuoso 3.8 litros de 24 válvulas, twin-turbo a
gasolina.
¡Ahora
el Q50 luce como un Infiniti Q50 tuneado!... con el motor de un GT-R.
Aunque
el Q50 es un intento muy desesperado por perecer un BMW 4 Series, dista aun de
tener esa personalidad consagrada y elegante de BMW.
Y
el explosivo desempeño que le dará la maquina del GT-R convertiría a este sedan
de 4 puertas en un auto con serios problemas de bi-polaridad. Los ajustes en la
suspensión para manejar todos esos caballos lo convertirían en una tortura para
los pasajeros del asiento trasero y una suspensión cómoda lo volvería
incontrolable.
El problema con Infiniti no es de potencia o desempeño, el problema es la imagen.
Esos salpicaderos abombados, y esas líneas curvas que contradicen las líneas rectas de tensión de diseño, no terminan por cuajar.
Incluso
con el desempeño mejorado de la planta de poder Nissan, el Infiniti gusta pero
no seduce.
¿Por
qué alguien querría el motor de un GT-R en un empaque que no es la espectacular
carrocería del GT-R?
El
Q50 Eau Rogue es bien parecido, pero no es el auto que la mayoría de clientes
en búsqueda de un brutal deportivo elegirían.
¿Pero
quiénes somos nosotros para cuestionar los gustos del cliente de Infiniti?
Más del Infiniti Q50 Eau Rouge: Click Aquí
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Créditos:
Imágenes:
Infiniti.