BMW está enfrascada en una tremenda lucha por reinventar la imagen
de sus productos, y parece, por la imagen de sus lanzamientos más recientes, que
el peor enemigo de esta estrategia es el equipo de diseño de la marca.
Los Bimers son tremendas máquinas,
lo diremos hasta el cansancio, pero su imagen no está acorde con su desempeño.
BMW tiene, desde hace décadas, una imagen muy confusa. Su lenguaje visual está
perdido y sigue peleando por encontrar nuevas maneras de vestir sus excelentes
maquinas.










