Basado es su arquitectura Alpha,
Cadillac ha dado a conocer las primeras imágenes del CT5, el que será el
abanderado de la casa en el agonizante nicho de mercado del sedán americano.
Y es que mientras todas las
marcas pregonan los resultados de su venta de Vehículos Deportivos Utilitarios
(SUV, por sus siglas en ingles) y la poca rentabilidad de otros segmentos, es innegable
que existe un importante nicho aun para los sedanes. Y Cadillac está obligado a
seguirlos fabricando mientras la que ellos definen como su competencia directa:
Audi, BMW y Mercedes-Benz, sigan fabricando este tipo de automóviles, aunque cada
vez sea más escaso el número de Cadillac´s que vemos rodando por las calles.
Si tu lees la prensa automotriz
norteamericana, sabrás que, con cada nuevo modelo de Cadillac, la prensa estadunidense
no se cansa de pregonar que ahora sí, GM por fin creo un vehículo superior a
BMW o Mercedes. Pero eventualmente el poco éxito demuestra la verdad.
Lamentablemente el problema con
Cadillac no es el desempeño o potencia. El asunto va por la confiabilidad y la
imagen de marca.
De acuerdo al Consumer Reports, El
Cadillac CTS presento problemas recurrentes en su sistema de aire acondicionado
y calefacción, dirección y transmisión, que le ganaron un lugar entre los 10
autos menos rentables de Estados Unidos, acompañado en esta lista por el que
es, probablemente el vehículo Cadillac más reconocido en Estados Unidos: La Cadillac
Escalade que presento problemas de Aire acondicionado y clima, eléctricos y transmisión.
El cliente estadounidense se dio
cuenta hace tiempo que Cadillac no es realmente Premium y además esta situación
se acentuó ya que la peor competencia de Cadillac es Buick.
Pero, renovemos la confianza en
General Motors e imaginemos por unos instantes que los problemas recurrentes serán
reducidos en este nuevo modelo.
Hay algo desde hace tiempo que nos inquieta, y es que desde que Cadillac decidió dejar atrás el lenguaje Art&Science
en sus diseños y nos parece que tomo la decisión acertada ya que no había más a
donde ir con esa tendencia, pero en su nuevo lenguaje, parece que Mazda les
gano con la configuración de la parrilla delantera. Esta sensación se acentúa
por la moldura cromada que enmarca el contorno inferior de la parrilla, tal y
como hace Mazda.
-La parrilla de Cadillac tiene el
contorno del emblema de la casa- podría indicar alguien del equipo de diseño de
Cadillac. ¡No importa! Luce como Mazda.
El parecido con Mazda se
incrementa también por el nuevo diseño horizontal de las lámparas delanteras, que,
aunque conservan el rasgo vertical en las lamparas de día, sigue siendo
una configuración vista antes en Mazda y probablemente con soluciones más
agradables a la vista.
Un detalle muy grande pero bien
disimulado, que probablemente tome algo de tiempo para percibirse, son unas
enormes inlets simulados que van de la parte baja de las lámparas delanteras y
bajan hasta el spoiler delantero.
Aunque exagerado, este detalle
esculpe la fascia delantera de manera muy atractiva. Agrega dinamismo y actitud
deportiva a un frente que, de otra manera, parecería un Mazda 3 para el abuelo.
El perfil es muy limpio. Carece de líneas de carácter o acentos dramáticos. Visualizado así tomando en cuenta las dimensiones de sus tres volúmenes, y guardando las proporciones, recuerda al Cruze de primera generación. Impresión que se acentúa por el arco superior de las ventanas laterales.
En este sentido, GM no quiso
arriesgar mucho y probablemente tampoco invertir en algo que se sabe tendrá un
desplazamiento limitado.
El poste C es el único rasgo distintivo.
Siguiendo el lenguaje de las macas de lujo en el que cada una intenta adoptar
un esquema único en esta característica tan importante de diseño, Cadillac
decide hacer algo, también visto en el Cruze de primera generación: Simula una caída
suave, aunque el corte del poste C es en realidad vertical, camuflajeado por
una moldura negra y enmarcado por una moldura cromada que da fluidez al perfil,
simula una suave caída, nos presume un esbelto poste C que en realidad no es
tal, y pone un detalle meramente estético con un ribete horizontal que parece
querer simular un poste C flotante ala Maxima (Nissan), pero se arrepiente a medio camino.
La estética de la parte trasera
es la más confusa. Hay muchas líneas y volúmenes. Parece que se trataron de
hacer muchas cosas a la vez (y pocas con éxito).
Las luces traseras tienen ahora
un agregado horizontal en la parte superior que parece que le restan elegancia
a las tradicionales luces verticales que es uno de los rasgos distintivos, sino
es el que más, de Cadillac. Punto malo para el equipo de diseño.
Lo que desde atrás se percibe
como un spoiler superior trasero, es en realidad una reducción del volumen
total escultórico del auto. Una especie de hombro que corre sutilmente en el
perfil del costado trasero y continua en el perfil inferior de las ventanas
laterales.
Visualmente este nuevo CT5 será
el intento de Cadillac por continuar con presencia en un segmento en el que
debe, por obligación, seguir representando a la marca, pero su diseño, no es,
por mucho, el más vanguardista y difícilmente convencerá a alguien que tiene el
dinero para adquirir un BMW, Mercedes, Audi o incluso Infiniti o Lincoln.
Tal vez, si quieres un Cadillac,
una SUV, (Que no sea una Escalade), es la mejor opción.
Créditos:
Imágenes: GM