Parece
que la mayoría de fabricantes han descubierto una manera efectiva y barata de
hacer el pre-estreno de sus modelos nuevos: Las imágenes “filtradas”.
El
turno es para el Chrysler 200C, que se adelanta a su presentación en Detroit.
Este
será un debut importante para Chrysler por varios motivos: El auto representa
un parte aguas para Chrysler, con Fiat como propietario absoluto, es un sedan
compacto de altas prestaciones destinado a generar volumen para la marca, cuyas
ventas últimamente ha estado mas frías que el invierno en Detroit y lo más
importante, representa un salto cuántico en diseño para Chrysler al ser el
primer modelo con plataforma Italiana.
Lo
positivo es que este 200C nos hace olvidar la época gris del horrible Chrysler
con estrías en el cofre de las épocas del totalitario dominio de Daimler.
Su
frente parece el de un Dart mejor terminado y equipado. Tiene algunas claves de
diseño que recuerdan a Audi y Seat, pero sin ángulos. ¡Las líneas son muy
fluidas!
Sin
embargo el enmallado de sus tomas de aire frontales luce un poco sin sentido en
un sedan de pretensiones lujosas. El plástico negro choca estéticamente con las
suaves líneas de los cromos y abarata un poco la imagen general.
La
cabina domina el perfil por sus dimensiones, lo que seguramente proveerá de
amplios espacios a sus tripulantes. El corte trasero de las ventanas en el
poste C es nuevamente un deja-vu del Dart.
La
vista lateral más que limpia es un poco… insípida. Sin molduras, cromos,
acentos o emblemas. Apenas un par de líneas de carácter que servirán para que
nadie lo confunda por error con un Dart.
La
parte trasera nuevamente utiliza temas de diseño de inspiración europea.
Es
cierto que por la marca y tipo de auto está diseñado para un público conservador,
pero nos parece que tendrá algunos problemas para poder crear una impresión duradera
en el cliente potencial, porque resulta un poco confuso intentar mezclar tantos
estilos en un solo vehículo al cual incluso el nombre no le ayuda, tomando en
cuenta que es solo 200 y existe un minúsculo Fiat ¡500!