Después
de años y años de ser el referente estético del diseño automotriz, de sentar
las bases de la elegancia en movimiento, Mercedes-Benz crea nuevamente su
modelo más exitoso: El Clase C.
Y
el reto para el diseño de un nuevo Mercedes nunca es algo sencillo, mucho menos
para la nueva generación del modelo más vendido de la marca ya que la anterior generación vendió más de 2.4
millones de unidades.
Si bien este nuevo Mercedes es más alto y más ancho que su predecesor, su imagen es ágil y dinámica considerando que se trata de un sedan.
Este
nuevo Clase C tiene una nueva imagen inconfundiblemente Mercedes.
Como
todo buen alemán, sobre todo tratándose de un Mercedes, las lámparas delanteras
son de vital importancia en su diseño y personalidad.
Las
líneas que lo definen se originan en la parte baja de su parrilla, dividen cada
una de las lámparas para dar lugar a la disposición de led’s y dividir las
unidades luminosas H7.
Esta
división continúa en su perfil más que como una simple costilla o línea de carácter,
como una línea de tensión dinámica que le concede personalidad y carácter muscular.
Característica ya vista en el Clase A, pero mejor integrada en las dimensiones y
carácter de este sedan.
La
parrilla de enfriamiento es inconfundiblemente Mercedes en todas sus variantes.
No cae en la tentación barata de las “parrillas caídas” tipo Lexus o Audi. En el
caso de Mercedes la solución estética es elegante. Los inlets de enfriamiento
son suficientes pero no deforman su estética.
La
fascia delantera podría ser ignorada debido a la presencia de la parrilla o las
entradas de aire bajo las lámparas delanteras, pero poniendo atención se
aprecia una pieza al alto relieve que más que una simple barra, integra líneas altamente
dinámicas que se complementan perfectamente el diseño de su frontal.
El
capó es de líneas muy suaves, casi derretidas, pero remata también las líneas del
perfil cuyas dimensiones son clásicas y elegantes.
El
frente previo al arco de las ruedas delanteras es escaso. Sus ruedas delanteras
están lanzadas al frente y hacia afuera, lo que anticipa un desempeño dinámico
excelente.
Sus tres volúmenes están claramente definidos y la altura del
compartimiento de pasajeros no sacrifica altura en búsqueda de un parabrisas en
ángulo agudo o postes C de caída suave. La cabina la define el requerimiento
espacial para la comodidad de sus pasajeros. Aun con lo anterior, su imagen es
excelente.
El
corte de sus ventanas es inconfundiblemente Mercedes, no cae en la tentación del
remate inferior trasero ascendente, como es tendencia en este segmento.
La
parte posterior es tan dinámica que a golpe de vista recuerda más a algún SLK
que a un sedan de casa. Esta nueva imagen seguramente atraerá a clientela más
joven y arrebatara clientes al Series 3 de BMW.
Los
interiores ya no parecen Chrysler. Son ahora similares en imagen y terminado a
los modelos de gama alta de la casa y tienen esa inconfundible mezcla entre
deportividad, elegancia y maravilloso tacto de controles y materiales, que a
los amantes de los gadget’s nos podría hacer pasar tardes completas solo para
conocer la función de cada uno de sus switches.
El
touchpad de su descansa brazos seguramente provocara tendencias de diseño.
Estructuralmente
hay que tomar en cuenta la ligereza y rigidez de su nueva arquitectura que de
acuerdo al fabricante le otorgara mejores prestaciones dinámicas y de
seguridad.
En
cuanto a su tren motriz inicialmente será lanzado con tres motores que van de
156 a 184 hp. Con una opción diesel a corto plazo.
Si
estas buscando una opción de un sedan de tamaño medio, gran desempeño e imagen
y el precio no es impedimento sin duda el nuevo Clase C de Mercedes te da la opción
perfecta y el slogan para describirlo; ¡Lo mejor o nada!