Es tradicional en fin de año que como cierre
del mismo, las mejores publicaciones, sitios de Internet y medios
especializados reconocen al que de acuerdo a sus criterios es reconocido como
el auto del año.
Cualquiera que da seguimiento a estos
reconocimientos sabemos que si hiciéramos caso a las publicaciones o show
Estadounidenses, todo deberíamos tener un Chevrolet o un Cadillac. Si la
publicación es inglesa debíamos tener un Land-Rover o Jaguar.
Mientras que si la información viene de
Asia, tendríamos en nuestros garajes una flotilla completa de autos Toyota.
No me cabe la menor duda de que estos
reconocimientos están basados en el cuidadoso análisis de estas empresas a los
modelos mas recientes de cada una de las marcas que analizan y que como
especialistas, reconocen avances que impactaran a la industria.
Si embargo estos premios muchas ocasiones
están lejos de lo que el consumidor común buscamos. Por lo tanto estas opciones
están lejos de ser una guía confiable para el consumidor final.
De hecho quienes de alguna u otra manera
hemos estado relacionados con la industria automotriz, sabemos que una de las
cosas más difíciles es recomendarle a alguien un vehículo en específico.
Con más de treinta años en el medio, se volvió
casi un tema común que mis amistades, conocidos y familiares buscaran en mí un
consejo a fin de orientarlos acerca de que auto era la mejor opción.
Con el tiempo aprendí el la mejor
recomendación era no recomendar.
Es decir, la decisión de elegir un automóvil
es casi tan personal como elegir pareja. Hay una serie importante de factores
que influyen el tema seleccionar el auto correcto.
Evidentemente es muy importante el tema económico.
Cada persona esta dispuesta a gastar una cantidad diferente en el auto o utilitario
que quiere manejar.
Después esta el tema familiar, conveniencia,
técnico, gusto personal, experiencias previas, imagen y gusto.
Con el desarrollo de tecnologías, diseños,
niveles de precio y financiamientos por parte de la variedad de marcas
actuales, es seguro que existe en el mercado el auto ideal para cada quien.
¿Pero cual elegir?
Con tantas opciones en el mercado actual
elegir un auto no es una cuestión de fidelidad a determinada marca, o de
primeras impresiones, o de publicidad impactante.
Hoy día la elección de un auto puede tomar más
tiempo del que imaginamos.
Hay que analizar la cuestión económica.
Tomarse el tiempo para determinar el
rango de precio que esta dispuesto a pagar por un auto nuevo y si los
beneficios que el coche otorga a cambio son los que estamos buscando.
Una vez determinado lo anterior, y tomando
en cuenta lo candidatos resultantes del factor anterior, elige el auto que
cumple con el perfil del uso que se va a dar a la unidad.
Y lo más importante: Maneja todos los autos
dentro de tus opciones ANTES de elegir uno.
Montarse en el coche antes de elegirlo dará
una sensación real de las prestaciones, imágenes e incluso de limitaciones que
el modelos presenta.
Y pase lo que pase, y una vez considerados los puntos anteriores, elige el carro que te guste. Incluso cuando un gran número de
personas recomiende una u otra marca, uno u otro modelo, el carro será una
propiedad por la cual vas a pagar y debe ser de tu agrado.
Sucede que si adquieres un auto que no te
agrada, no importa que tan bueno, rentable, confiable o potente sea. Si por
algún motivo oculto no era el carro que despierta en ti la chispa o alegría por
manejar, difícilmente le reconocerás cualquier merito.
Por todo lo anterior, hoy día, cuando alguien
me pregunta -¿Qué carro debe comprar?- mi respuesta es, invariablemente –El que
mas te guste.-
Ese será el auto que te lleve al trabajo o a
la escuela. El que te acompañara en tus vacaciones. Se convertirá en una extensión
de ti y representara tu libertad. Si, es solo un auto, pero a final de cuentas será
el más importante en el planeta, porque será el tuyo.