No nos sorprende, de hecho estamos convencidos de que de seguir con sus agresivas estrategias de mercado, eventualmente podrían arrebatar una porción importante de la participación de mercado de fabricantes “tradicionales” de otras latitudes, y seguir absorbiendo pequeñas empresas como ha sucedido con Lotus, Volvo, MG, Jaguar, o Land-Rover para potencializar comercialmente y via corta sus productos.
Pero ante esta avalancha de oferta de productos nuevos y aparentemente disruptivos en varios segmentos, ¿Vale la pena comprar un auto de una nueva marca china ahora?
Estamos experimentando
algo que podríamos denominar efecto buffet de comida china. Oferta
amplia, barata, novedosa y en algunos casos, atractiva.
Efecto
buffet:
Pero al igual
que con los restaurantes de comida china, la novedad pasa rápido y solo los
verdaderamente buenos subsistirán. Eventualmente, la gran mayoría regresará al sushi,
hamburguesas, paella o baguette.
Después de
convivir con estos autos día a día, experimentar su calidad de ensamblaje y
servicio, volveremos a la normalidad. Arriesgarse en este momento a comprar un
auto chino, es, en pocas palabras, servir de conejillo de indias para estas
marcas.
2. Respaldo
de marca:
La tranquilidad
que te puede brindar salir a carretera en un auto con una red de distribuidores
e infra estructura para que en caso de descompostura, la marca del auto te
pueda dar soporte en prácticamente cualquier parte de un país, es un activo de
las marcas establecidas que cuenta y puede hacer una gran diferencia.
Experimentos como el de FAW, en el que hace años se intentó vender sus autos
en mueblerías, demostró que una red de concesionarios de autos no es igual que
una cadena de mueblerías, supermercados o tiendas departamentales.
3. Geopolítica:
¿Qué tiene que
ver esto con los autos? Bien, la afinidad de doctrina política de algunos
gobiernos puede facilitar u obstaculizar la gestión de estas marcas en
determinados mercados.
Un cambio de
política podría dificultar seriamente el modelo de negocios de estas marcas con
prácticas de dumping, dejando a los dueños de estos autos sin respaldo.
Empresas como GM, Nissan, VW, Ford, Toyota y otras, tienen enormes plantas de ensamblaje y producción en México, que dan empleo a miles de mexicanos, que producen vehículos para consumo nacional e internacional, generando riqueza para el país y sus familias. Estos gigantes tienen además un modelo de negocios que les costó decadas generar y que respalda su marca. Además de lo anterior, puedes estar seguro que estas marcas no se quedarán de brazos cruzados y mejorarán su oferta, productos y respaldo en el corto plazo.
5. En
el ámbito de la industria, es bien sabido que los autos que tienden a dar
mayores problemas, son aquellos que son introducidos inicialmente al mercado, (Palabras
como Easytronic, Powershift, CVT, DSG confirman nuestra teoría), ya que
presentan fallas que no se contemplaron en el diseño inicial y que son
solucionados silenciosamente por los fabricantes en modelos subsecuentes.
Muchos de los modelos de marcas chinas que hoy se venden en Latinoamérica, no
están diseñados para nuestros caminos y su durabilidad y confiabilidad solo se podrá
demostrarse a largo plazo. Hoy es una incógnita.
Los anteriores 5 motivos, son
suficientes para decirte que no nos arriesgaríamos, por el momento, a comprar
un vehiculó de una marca china. Primero tendrían que convencernos de que,
además de un producto competitivo y confiable, cuentan con una filosofía de
marca, garantía, soporte técnico y respaldo que mejora la de las actuales
marcas. No todo es precio o pantallas gigantes.
No podemos atestiguar su calidad,
ninguna marca emergente nos ha facilitado un auto para pruebas a largo plazo, pero si a ti te gusta la adrenalina y dejar a
la suerte que el auto que compres pueda durar 10 años o apenas 3, adelante.
A nosotros nos gusta ir a lo seguro y agradecer a empresas que generan empleos y derrama económica en nuestro pais.