Muchas veces genial, vanguardista, original, disruptivo, propositivo o incomprendido, decadente, controversial, confuso o incongruente, al valor de marca de BMW se le debe reconocer su constante evolución, la cual es necesario revisar para entender su futuro.
La historia de BMW
La Bayerische Motoren Werke A.G.
(Fábrica de Motores de Baviera), se fundó en 1913, derivado de la fusión entre Rapp
Motorenwerke GmbH y Bayerische Flugzeugwerke AG y su negocio inicial
era a fabricación de motores, principalmente para aviones. Aunque la fundación
oficial de BMW se considera hasta 1916.
Su escudo, contrario a la
creencia popular de que la cuadrícula azul y blanco está inspirada en una
hélice de avión sobre el fondo de un cielo azul, en realidad está inspirado en
el escudo del estado libre de Baviera.
Durante la II Guerra Mundial,
la empresa se vería beneficiada nuevamente por la fabricación de motores de avión,
sin embargo, con la caída del III Reich al final de la guerra, Alemania se
encontraba en ruinas y dividida. BMW apenas logro mantenerse viva
gracias a su planta en Múnich, el resto de sus fábricas habían quedado detrás del
muro de Berlín, en poder del bloque ruso. Durante ese lapso solo pudo producir
motocicletas. Retomaría la fabricación de autos hasta 1951.
En aquel entonces las finanzas
eran desastrosas. Los costes de producción de autos eran tan altos, que las
ventas solamente generaban pérdidas y para 1959, la empresa estaba lista para
ser absorbida por Daimler-Benz, lo que no sucedió gracias a sus
trabajadores y su orgullo por no ser adquiridos por el competidor principal. Herbert
Quandt y a Erich Nold, un directivo de BMW y un inversionista
emergente dedicado a la extracción de carbón jugaron un papel importante para mantener
a la empresa independiente.
11 años después llegaría el auge.
El número de ventas de autos y motocicletas, al igual que el número de
empleados y utilidades creció exponencialmente. BMW se había convertido,
en un fenómeno mundial gracias a que la empresa había escuchado a Herbert
Quandt para implementar la política del precio alto, cuyo
mantra principal era: Si, el precio es alto pero es aceptado por la gente que
decía: -Lo puedo pagar y ya no tendré que manejar un Beetle-
BMW pavimentaba el camino
para convertirse en una marca premium.
Los autos
La leyenda dio inicio con el 1500,
un pequeño sedán que marcó tendencias en Europa y que sería imitado rápidamente
por japoneses.
La marca experimento en los 60’s
un fenómeno: producía no menos de 4 coupés diferentes al mismo tiempo. Tenia
una de las ofertas de autos más amplia.
Cuando llego a América con el
2002, BMW era percibido como una marca de autos compactos. Nada
especialmente lujoso o caro, y por tratarse de autos importados, una curiosidad.
Debemos recordar que en aquel entonces que el mercado de autos estadounidenses era
de autos grandes y con motores sedientos de gasolina.
Para principio de los 80s, BMW encontró un nicho no explotado. Entre la sobriedad de los Mercedes y la
futilidad de Audi, BMW desarrolló en sus autos una mezcla entre
desempeño notable y una renovada imagen de lujo.
Pero no se trataba de un lujo
rancio que olía a maderas y piel, la marca ofrecía un lujo basado en la
tecnología y el desempeño, con imagen sobria, gótica, carente de cualquier
adorno innecesario, autos que definían a la perfección la autopercepción de los
nuevos ejecutivos de la época.
Había nacido The Ultimate Driving Machine.
Durante estos años se vio llegar al Serie 6 (E24), el que
definiría la personalidad de BMW en la siguiente década además del que
talvez sería el más icónico BMW de todos los tiempos y sucesor
espiritual del 1500: El Serie 3 (E30).
La tradicional parrilla de “doble
riñón”, evoluciono hasta apenas una moldura ornamental al frente que no
condicionaba de ninguna manera el diseño. Las lámparas dobles al frente se
volvieron otra clave de diseño indispensable en sus autos y fue tal el éxito y
tanta la notoriedad que el Serie 3 se volvió el estándar mundial, el
enemigo a vencer. Todos los sedanes de todas las marcas estaban diseñados para
vencer al BMW Serie 3 o al menos imitarlo. Desde entonces marcas como Cadillac,
Lexus, Infiniti, Acura o Lincoln, juraban que su
nuevos modelos ya estaban a la altura del Serie 3. De mas esta decir que
nunca lo lograron.
Además se produjo el BMW M1
(E26) que dio origen a la división M y que marcaría la incursión de la marca bávara en el nicho de los
superautos. Y en 1989, para cerrar la década el Serie 8 (E31) definió lo
que un coupé de lujo debería de ser.
BMW creo una imagen de
marca que podríamos definir como “filosofía Coca-Cola”. Es decir, toda
su gama de vehículos compartía la misma esencia, las mismas claves de diseño,
la misma imagen en diferentes tallas. Desde el residuo de la doble parrilla,
los faros dobles, el Hofmeister kink (configuración del poste C), la ergonomía
básica del tablero… toda esta filosofía se compartía en toda la gama y era como
una Coca-Cola, el mismo producto en diferentes tamaños, pero con el
mismo sabor, la misma esencia, la misma fórmula, respaldados por un excelente desempeño mecánico.
En los 90 se presentó la Serie
X, y gradualmente se adoptaron diseños experimentales en todo el portafolio
de productos. Para inicios del siglo XXI, el Serie 5 (E60/E61) se volvió
un sedán gordo y de imagen confusa. Mientras el Serie 6 (E63/E64) adoptó
muchas ideas disruptivas al mismo tiempo que no fueron muy bien aceptadas y
rompió la homogeneidad de la imagen de marca.
Después todo fue confusión. Es
cierto que BMW sigue siendo vista como una marca alemana de prestigio,
con una mecánica capaz pero que parece que ha intentado hacer muchas cosas a la
vez.
En años recientes, el i3, i7,
i8, iX, XM, Serie 8 (G14, G15, G16), los Serie 4,
M2 Coupé, M3 y Serie 7 son diferentes entre sí y con el
resto de la línea.
El presente e hipotético futuro
del diseño de
La filosofía Coca-Cola ha
quedado atrás, BMW tiene ahora un sabor de soda diferente para cada
cliente, hay un auto BMW que puede cumplir las expectativas de cada persona.
Además de cada modelo regular, existen
hasta 28 modelos eléctricos, 24 variantes híbridos enchufables, 58 variantes M,
algunos tan distintos, que BMW les pone emblemas en el centro de las
ruedas, en el frente, en la parte trasera y en los postes C, para que nadie los
confunda.
Esta oferta tan basta
considerando además los modelos de Mini y Rolls-Royce, debe ser
una de las mas amplias de la industria, lo que implica una tremenda inversión.
Probablemente BMW se dio
la libertad de experimentar algunas opciones antes de sorprendernos con la producción
de la Serie Vision, con la que podría regresar a una oferta menos amplia
pero más vanguardista.
Y es que la filosofía al futuro
de la marca, y de acuerdo a sus diseñadores, no va por los materiales o
accesorios, sino por la experiencia.
Autos conectados, inteligentes,
con materiales sustentables, con plantas de poder ecológicas e innovadoras…!Ah
si! Y que no te cobren suscripción para usar la calefacción de los asientos.
La sustentabilidad es la clave
del futuro. Un portafolio de productos amplio pero rentable para BMW,
mientras que satisfagan la concepción de lo que el manejo debe ser para sus
clientes. Clientes para los que probablemente el tiempo de 0 a 100 km no sea
tan relevante como la conexión de banda ancha. Clientes para quienes
probablemente sea mas importante poder acceder a la nube desde el sistema de
infotaiment que una transmisión estándar, clientes a quienes les importe mas
que la tapicería sea de fibras vegetales que de piel.
En cuanto a imagen los modelos
Vision (excepto del BMW i Vision Circular) proponen una reinvención tan icónica
que te puede remontar al 1500 sin ser necesariamente retro.
Un reset de diseño muy necesario que
elimina la complicación de la parrilla de doble riñón o de la actual parrilla
de bigote de Hitler. Un Back-To-Basics necesario para reinterpretar la filosofía
de diseño de la casa.
Si BMW toma el liderazgo tecnológico
para que sus modelos brinden la conectividad, asistencias, autonomía,
sustentabilidad con un nivel de exclusividad suficiente, imagen vanguardista y
potente, podrá presumirnos nuevamente el slogan de: The Ultimate Driving
Machine.
Créditos:
Imágenes:
Autocasión
BMW
BMW Club
Influx
Bibliografía:
Lewin, T. (s. f.). The Complete Book of BMW. Motorbooks.