Soñar no cuesta nada. Y antes que nos genere impuestos, es divertido imaginar ¿Qué hubiera pasado si…?
El objeto de este ejercicio es Pontiac.
Es notable como una marca con tantos años a cuestas como Pontiac se fue apagando lentamente hasta que la crisis de la banca rota de General Motors en 2008, provoco su desaparición. En Enero del 2010, un Pontiac G6 fue el último de salir de las líneas de producción. Y hoy, salvo algunos fans, el nombre de Pontiac no dice nada para las nuevas generaciones.
Recapitulemos un poco. Después de que se conociera como Oakland, la marca de GM se rebautizo como Pontiac en 1926. Pontiac nunca fue la primera en debutar avances tecnológicos de GM. Nunca tuvo plataformas propias ni una personalidad definida. Fue durante muchos años una marca de relleno que vendía modelos Chevrolet, Oldsmobile o Buick con ligeros retoques estéticos y emblemas diferentes. Pero en los 50 del siglo pasado, Semon Knudsen, acompañado de M. Estes y John Delorean, un grupo de rebeldes ante el poderío corporativo de General Motors, decidieron cambiar la imagen de marca. Bajo su tutela Pontiac comenzó a lanzar modelos con buen desempeño, imagen novedosa y precio accesible. Gracias a ellos, entre otras cosas, se adoptó el emblema que Pontiac porto hasta su desaparición y se crearon name plates legendarios como el Boneville, Tempest, Grand Prix, GTO, GTO The Judge, Firebird, Trans Am y algunos otros que hicieron que Pontiac se convirtiera en la división de alto desempeño de GM, hasta que, de los 80 en adelante, la política corporativa, productos de mala calidad y los sindicatos de la industria estadounidense, obligaron a GM a “matar” a Pontiac que nos dejó solo una inesperada postal de despedida con el Pontiac Solstice.
Ese hueco dejado por Pontiac no ha sido llenado por ninguna marca americana, pero hay algunas empresas que saben que existe este apetito por sedanes y SUV fuera de lo común y que lo siguen explotando de manera aislada.
Así que imaginemos, que debería hacer hoy Pontiac, si aún existiera.
Pontiac Grand Prix/ Kia Stinger.
El último Pontiac Grand Prix era un sedán enorme de 4 puertas con aspiraciones deportivas, motor supercargado y diseño ecléctico. Justo lo que es el Kia Stinger actual. Incluso la parrilla Kia es un guiño a la Doble parrilla de Pontiac.
El Stinger tiene todos los excesos de imagen, tamaño
y poder del Grand Prix. Remueve los emblemas de Kia y el logo de Pontiac
estaría en su elemento.
Pontiac Boneville/BMW Serie 8
Coupe y Convertible
Si tomamos en cuenta el estilo del Boneville de los 60s, un coupe de gran tamaño, imagen sobria pero atractiva y dinámica, un auto con mucha testosterona y estilo, el sucesor espiritual seria el BMW Serie 8.
¡Incluso tiene la doble parrilla de Pontiac! (Si, ya sabemos que Pontiac copio a BMW la parrilla doble, pero para este caso es igual)
Enormes dimensiones, actitud elegante pero dinámica
y mucha personalidad.
Pontiac Tempest / Audi A3
La segunda generación del Tempest
fue la mejor parecida. Era una línea completa de autos que iban de coupe y sedan de 4 puertas a wagon en tamaño mediano para sus épocas. Accesible,
versátil pero con mucha actitud. Solo VAG (Grupo Audi-VW) tiene una plataforma
equivalente, y la que serviría de ejemplo de lo que debería ser el Tempest hoy,
es el Audi A3.
Pontiac GTO, Firebird y Trans-Am /
Chevrolet Camaro
El GTO en todas sus variantes, al igual que el Firebird y Trans Am es otro modelo que dio identidad a Pontiac y que crearon un verdadero culto entre los fans de la marca en Estados Unidos. Hay que reconocer que la personalidad, potencia y hasta crudeza de estos modelos, solo podrían ser recreadas por la misma GM.
Solo el Chevrolet Camaro sería capaz de recrear esa imagen y con una fascia nueva dividida en dos y unas luces traseras diferentes la amplia variedad de modelos del muscle car de Chevrolet, podría revivir sin problemas los deportivos más radicales de Pontiac.
Y vaya que no somos los únicos que
pensamos así, incluso por ejemplo la gente de Trans Am Worldwide, entre otros,
ya recreo el Firebird (Con todo y la gallina gritona en el cofre) basados en un Camaro.
Modelos más recientes como la
Torrent, G4, G6 o la Trans-Port, ni siquiera valdría la pena imaginarlos.
El hueco dejado por el Solstice, debería
de ser explotado aun si Pontiac aun existiera. Pero el Solstice, un coupe o
convertible de dos plazas, con motor delantero sería difícil de comparar con
algo actual en el mercado. El Mazda MX-5 es demasiado pequeño, japonés y
femenino. El Audi TT es demasiado preciso, discreto y alemán. El Alpine A110
monta el motor detrás al igual que los Lotus y Porsches. Así que parece que hoy
no hay algo que ocupe ese lugar.
La lección aprendida con Pontiac es que no importa que tan buena y reconocida sea tu marca, si tus productos no están a la altura de las expectativas de tus clientes y no son capaces de competir en calidad, desempeño y confiabilidad contra los productos de la competencia, tu marca se diluirá lentamente, hasta que solo un grupo de aficionados te recuerde y la realidad te haga desaparecer.
No todo esta perdido, GM revivira Hummer como un utilitario electrico a traves de GMC. Pero mientras Mary Barra se decide:
¡Descansa en paz Pontiac!
Créditos:
Imágenes: Autoblog, Kia, Noticias
Coches, BMW, Audi, GM