Quienes
han tenido un convertible saben que después de unos cuantos meses de disfrutar
de la novedad de la suave brisa en tu rostro, la única diversión que ese
descapotable te podrá ofrecer es cuando por fin lo vendas a otro inocente que
no conoce los problemas intrínsecos de un descapotable.
¡Como ha hecho entonces Mazda para sostener el éxito de uno de los autos que nació, creció y se mantiene por sus características de convertible?
Bueno,
en realidad no es una pregunta sencilla de responder porque implica una serie
de factores muy diversos; Una plataforma ligera, un tren motriz confiable, un
precio accesible (para un convertible), un diseño atractivo y un manejo
divertido.
A
todo lo anterior Mazda lo define con un mantra propio; Innovar para preservar.
Lo
más notorio en el nuevo MX-5 como es lógico su nueva imagen que representa el
diseño KODO de Mazda. Además, esta nueva generación del de por sí ya compacto
convertible, será por mucho el más compacto de la historia tanto en dimensiones
como en peso. En este último aspecto se redujo 100 kg con respecto a su
predecesor.
El
diseño presenta las nuevas tendencias de la marca con rasgos más afilados y
agresivos. Deja atrás su imagen asexual que le permitía atraer a compradores
masculinos y femeninos por igual y adopta rasgos más viriles.
Las
dimensiones y sinuosas líneas de su perfil parecen inspiradas por el
convertible mejor parecido de la actualidad; El Jaguar F-Type y eso no es nada
malo ya que algo de lo que carece el diseño japonés es de elegancia y tomar al
F-Type como benchmarking me parece un acierto.
La
inspiración felina alcanzo también a la parte trasera en calaveras que tienen
una lámpara redonda y una línea horizontal de luz.
En
su interior, el Mazda es uno de los compactos japoneses de mejor imagen y
calidad.
A
25 años de su debut, parece el Mazda MX-5 luce tan juvenil como en sus mejores días.
Fuente
e Imágenes: Mazda Media.