Para la edición 2024 del Concorso
d´ Eleganza de Villa d’ Este, BMW se hace presente con algo que hace mucho
tiempo esperábamos de la casa Bávara: Un auto con el cual no dolieran los ojos
al verlo.
Parece que por fin, BMW esta concluyendo su paso errante a través de la experimentación estética con sus autos, y este concepto nos da la esperanza de que pronto existan en las salas de exhibición de BMW autos bien parecidos.
BMW nos da pocos datos técnicos acerca
del auto, solo sabemos que tiene un poderoso motor V8 montado en posición central
delantera.
Lo importante de este auto es su
imagen. Analicémosla.
BMW ha tenido problemas en las últimas
décadas al diseñar convertibles. La Serie Z tuvo modelos que podrían competir
en pequeñez con un Lotus. Y es que crear una imagen agradable en un vehículo
tan compacto, es algo que Lotus sabe hacer, pero ha quedado claro una y otra
vez que BMW no.
Este concepto deja atrás las
dimensiones ultra compactas. Si observas detenidamente te darás cuenta que hay
una nueva definición en las dimensiones de cada volumen del auto. En este caso
son mas americanas. El cofre largo, habitáculo reducido, costados musculosos, y
líneas de carácter en el perfil, recuerdan a un Mustang. De hecho, si el habitáculo
fuera 2+2, el 3er volumen se reduciría y entonces, el parecido seria aún mayor.
El Skytop tiene un frente
vertical, incluso un poco tirado hacia el frente, y la disposición de todos los
elementos es horizontal.
El frente se olvida de todo rasgo
de la horrenda parrilla vertical del Serie 4.
La fascia es muy limpia, deja atrás
la confusión visual de los más recientes modelos coupés de BMW, retoma las
claves de diseño clásicas, las limpia y reinterpreta en una versión actualizada.
Hay una toma de aire inferior, muy delgada y estética. En cada costado tomas de
aire trapezoidales para enfriamiento de los frenos. La doble parrilla de radiador es horizontal y limpia, con tres innovadoras
molduras horizontales.
Las lámparas frontales son
esbeltas y horizontales, acordes a la tendencia estética actual, con doble elemento
lumínico, como debe ser en todo BMW.
El cofre tiene salidas de aire,
ocultas desde el frente, que deben tener funcionalidad aerodinámica y que
sirven para esculpir con muy buen gusto y carácter deportivo el cofre.
El parabrisas es muy inclinado y
desde la visión lateral, seguimos encontrando guiños al diseño de deportivos
americanos. Las líneas de carácter que recorren el perfil, recuerdan las de la
falsa toma de aire del costado del Mustang de los 60s, el poste C, que asciende
después de la puerta y que es tan ancho que su base llega hasta la parte
trasera, y el volumen sinuoso del costado, nos recuerda este elemento en el AMC
Javelin de los 70s. El roll bar y su disposición de ancho completo, no puede
dejar de recordarnos al del Trans-Am T-Top también de los 70.
En la parte trasera la imagen
retoma las raíces europeas. Desde este ángulo, el auto hace gala de un diseño
limpio y contemporáneo. Las lámparas horizontales minimalistas son algo que nos
encantaría ver en modelos de producción de BMW.
Esta vista deja muy claro que el
auto es un Gran Turismo, claro, con capacidades mecánicas de alto desempeño, pero
diseñado para un manejo disfrutable.
¿Nos gusta?
Si, ¡y mucho!. Queda claro que
BMW ha reseteado los parámetros de diseño de sus convertibles. Si este auto
sienta las claves estéticas para el M4 y M8 del futuro, sin duda nos borrarán
la imagen de la horrenda parrilla vertical del Serie 4 y mejorará cuánticamente
la imagen general del M8 Coupé y Convertible.
Esto está mucho mas cerca del
diseño que esperaríamos de una marca alemana como BMW.
¿Tiene inspiración americana? Probablemente
si, y eso no es malo. Al contrario, podrían acceder a un nicho en Estados
Unidos que actualmente solo explota el Ford Mustang.
¿A quién le molestaría una
Ultimate Driving Machine (American Way)?
Créditos:
Imágenes: BMW ®
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