Visto así, las posibilidades estéticas del equipo de diseño de un Pick Up, son limitadísimas. Las cuestiones de presupuesto, planta motriz, arquitectura y plataforma, hacen que las Pick Ups se parezcan mucho entre sí. Y honestamente, solo hay elementos exteriores que las diferencian visualmente una de otra.
Pero hoy queremos platicarte de las nuevas Sierra Denali Ultimate y la Sierra AT4X, aunque el análisis de diseño sea más escaso que la honestidad de un político en campaña, por los factores que anteriormente te contamos.
Para 2022, GMC, la marca de camiones de General Motors sigue la tendencia de la industria y sus camiones son, probablemente, los más masivos del planeta. Son tan grandes que podrán compensar sobradamente alguna carencia anatómica del caballero que las maneja.
Y estos dos nuevos modelos de la Sierra no solo son grandes, también son absurdamente costosas y equipadas, considerando que se trata de vehículos concebidos para el trabajo. Pero seamos honestos, si eres un terrateniente texano, que cruza las llanuras de sus inmensos ranchos incansablemente desde el amanecer hasta la puesta del sol, hacerlo en algo más que no sea un camión pick up, seria ridículo. Así que allí es donde la Sierra en sus modelos Denali tiene su mayor nicho de mercado.
El mayor cambio exterior de estos enormes vehículos del General, está en el frente. La apariencia frontal de los pick ups es cada vez más grande, atemorizante y saturado de cromos, porque en Texas el cromo representa el lujo.
Para la Sierra Ultimate, GMC trabajó a tal grado el frente, que luce saturado. Una enorme avalancha de cromo, lámparas, ganchos de remolque, emblemas, y molduras de plástico, dominan la imagen delantera que cada vez luce menos como un pick up tradicional para parecer más, en este caso, a un enorme camión Kodiak. En la AT4X, que está más enfocada al rendimiento fuera del camino, la talla XXL y saturación de líneas es similar. Solo que sin cromo.
Por alguna razón que desconocemos, tal vez para ahorrar cables, GMC decidió poner la antena de la radio satelital del lado izquierdo de la cabina. No es que estorbe para nada, pero luce como un accesorio de aftermarket mal instalado.
El perfil es el clásico de esta generación de camiones GMT. Un emblema extra por aquí, otro por allá, tal vez una calcomanía con un RPO detrás del arco de la rueda trasera. Pero no hay mucho que podamos decir acerca del estilo que distinga a estos modelos. En efecto, son tan prácticos como cualquier otro pick up de GM, pero la distinción reside en su equipamiento y sus emblemas.
Igual, como para todos los camiones de GM, en el perfil se destaca el tamaño y las líneas rectas.
En la parte trasera, además de las calaveras, que son únicas para ambos modelos, y los enormes emblemas de GMC que le distinguen, el único detalle practico contra la competencia, es que la tapa trasera de la caja tiene varias opciones de configuración de apertura. Mas allá de eso, el estilo es monótono. Sin los emblemas podrías confundirlo con cualquier otro camión de GM.
¿Es realmente suficiente unas lámparas diferentes y una tapa de caja trasera complicada de abrir, suficiente para que estos modelos se consideren nuevos? Bueno, es que realmente no es todo, al interior se encuentra el mayor y mejor cambio estético.
Tradicionalmente General Motors se distingue por sus interiores mal diseñados, de apariencia desagradable, plásticos duros, botones de baja calidad, y una muy mala selección de colores.
Pero estos nuevos modelos tienen un interior que no es tan malo como anteriores diseños.
Las líneas horizontales dominan la vista, al igual que el frente. A pesar de ser un vehículo de trabajo, GM no optó por una imagen industrial y saturada de botones como los interiores de la RAM, o de enormes tabletas verticales como Ford.
Toda la frustración de los diseñadores por las limitaciones del exterior, se volcó de manera positiva en un interior que tiene una imagen lo suficientemente refinada como para olvidar que estas en medio de una brecha terregosa. La pantalla de 13.4 pulgadas, se complementa con un clúster de instrumentos digital, además de un head-up display de 15 pulgadas, capaz de proyectar imágenes de hasta 40 pulgadas diagonales. Si señor. Grande es la palabra clave. No tenemos idea de para que pudieses ocupar imágenes de semejante tamaño en su parabrisas, pero GMC pensó que sería útil para andar arriando el ganado.
Todos sus controles y mandos están en el lugar que deben estar. Sin sorpresas o adivinanzas. La configuración de todos su mandos y botoneras son muy tradicionales y lógicas. Numerosos, pero no saturados. Con un aspecto que, aunque parezca increíble que lo digamos para un interior de GM, elegante (Para ser un pick up). Es evidente que GM tiene la visión de estos vehículos, como ya te lo dijimos, en un cliente potencial ranchero. De allí los colores de los asientos en tonos similares a sillas de montar con puntadas e hilos que recuerdan el mismo tema.
GMC no ganará ningún premio de diseño con estos camiones, pero mantiene viva la tradición de Pick Ups americanas, grandes, fuertes y capaces. Con el mismo coeficiente aerodinámico que una vaca, pero mucho lujo y comodidad en sus interiores.
Créditos:
Imágenes: GM