Honda entendió el mensaje y esta nueva generación tiene una misión complicada. En una época en la que los sedanes están a la baja, el Civic debe posicionarse contra los sedanes compactos que sobreviven todavía. Aun mas si consideramos que esa imagen juvenil, está dejando paso a un estilo mas cercano a Mazda o a la competencia alemana.
El sedán resultó muy sobrio para muchos, y esperábamos que el Hatch, mantuviera esa herencia de guerrero japonés de la última generación. Pero no será así, y se decanta por una personalidad mas profunda, seria y perdurable.
Como ha sido una tradición, las marcas japonesas se inspiran notablemente en la imagen de las marcas alemanas. Y Honda va por el camino de Audi. Ya lo habíamos visto en el Accord, que tomó algunas claves que inevitablemente nos recuerdan las tendencias impuestas por Audi. Y ahora, es el turno del Civic Hatchback.
Este nuevo Civic deja de lado los cromos en el frente. Y aunque no somos fans de los cromos, la influencia de la pasada generación, hace que esta nueva cara luzca si, mas formal, pero de alguna manera, básica, casi austera. Y aunque otras marcas también lo hacen, el Honda luce inexpresivo.
Atrás quedan las complicadas líneas frontales, los exagerados volúmenes en los salpicaderos delanteros, las afiladas lámparas delanteras y las enormes parrillas simuladas de su predecesor. Seriedad es la característica principal del nuevo Civic.
El perfil es también menos expresivo. El parabrisas, que, como en el sedán, es menos inclinado, le resta dinamismo. Seguramente lo agradecerán los pasajeros al tener mas altura para sus cabezas, pero nuevamente es una imagen muy madura. El tercer cristal lateral, detrás del poste C, esta justo por encima del arco de la rueda trasera. Lo que le da al perfil una caída suave y prolongada que, nuevamente, choca contra la verticalidad del parabrisas.
La vista trasera es muy bien lograda. Honda regresa a la tradición japonesa de luces traseras enormes olvidándose del formato C del modelo anterior. La tapa trasera no parece inflamada como en la anterior generación, lo que le da elegancia al diseño.
El enorme cristal trasero de la tapa del Hatch, es así, enorme. Cae desde la parte superior del arco de la rueda trasera, hasta por encima de las lámparas traseras. Y crea cierta confusión visual al no saber exactamente si estamos frente a un hatchback o a una wagon. Con la tapa del asiento trasero abatido, podrás cargar todas tus pertenencias cuando tu familia te corra de casa al enterarse que pagaste de 23 mil USD y hasta 30 mil USD… ¡Por un Civic!
Los toques deportivos en este hatchback japones que se sacude la imagen de pocket-rocket, están en una caja de velocidades manual, rines de 10 radios, motores de 2.0 litros de aspiración natural y 1.5 litros turbo cargado.
Mecánicamente tendrá una suspensión ligeramente mas firme que su mellizo, con resortes de suspensión más robustos y rígidos.
En el interior tendrá las opciones de sistema de audio Bosé, Apple CarPlay, Android Auto, pantalla de 9 pulgadas, entre otras amenidades y ayudas para el conductor.
Para algunos mercados, a pesar de todas sus virtudes, este nuevo auto estará lejos del poder adquisitivo del cliente tradicional del Civic. Y, por otra parte, alguien que podría pensar en un Accord, tal vez pueda sentirse más atraído por este nuevo Honda que por su hermano mayor, simplemente por el precio.
Y no es que su diseño este mal, pero tampoco posee alguna característica de imagen que lo haga especialmente atractivo. Claro que, si eres fan de Honda, y tienes el suficiente dinero para pagarlo, es una excelente opción por su mecánica, desempeño y confiabilidad.
Definitivamente es mas atractivo que el sedán y no decepcionará en persona. Pero para quienes esperen algo como su generación anterior, este nuevo Honda dejará en su cara un gesto similar al que haces al probar una rebanada de pastel con endulzante artificial. Dulce, si, pero definitivamente no sabe igual. Además de que corres el riesgo de que, en una luz roja, alguien piense que manejas el Honda de tu abuelo.
Si, aquellas enormes parrillas simuladas al frente, no eran funcionales, los salpicaderos abombados lucían exagerados, y el estilo era muy llamativo. Pero era justo lo que un fan de Honda quería restregarle en la cara al propietario de, por ejemplo, un Golf GTI.
Créditos:
Imágenes: Honda.