El Mercedes-AMG GT Black Series.
¿Y porque tanta fiesta? La designación de Black Series se
remonta al 2006 y se utiliza para modelos con desempeño sobresaliente y
deportivo. Con diseño que abandona la sobriedad alemana para demostrar su poderío
y eficiencia a través del lenguaje visual de su carrocería y tecnología de
sobra. La suma de esos factores y otros tantos le pone en un apartado aparte
incluso en el portafolio de AMG.
El alma mecánica de esta joya alemana es un motor V8 de 4 litros biturbo con bastantes modificaciones de origen como para poder ser considerada una nueva planta de poder, que ofrece, según AMG, mejor manejo, entrega de potencia, y progresión de torque. Para entenderlo más fácil, una respuesta brutal e inmediata a la presión de su acelerador cuya potencia progresiva parece ser limitada únicamente por las agallas de quien se encuentre al volante.
Para la mayoría de los mortales,
los límites dinámicos de este nuevo Mercedes, están lejos de poder ser
alcanzados. Pero si quieres tener una escalofriante idea de la masiva entrega
de poder, basta señalar que el nuevo Black Series puede ser brutalmente
catapultado desde la inmovilidad total hasta los 100 km/h en menos de 3.2
segundos y continuara acelerando hasta alcanzar los 200 km/h en menos de 9
segundos y de allí continuara entregando más potencia hasta que la resistencia aerodinámica
iguale el poder del motor. En este momento el misil germano correrá a una
velocidad tope de 325 km/h. Sí señor, leyó usted bien: ¡325 km/h!
La masiva entrega de poder se
transmite del motor hasta las ruedas traseras a través de una caja AMG
Speedshift DCT 7G de doble embrague ubicada en el eje trasero de la máquina
para propósitos de mejor distribución de peso.
La aerodinámica es un factor
primordial en un auto de estas prestaciones. La parrilla frontal es aún más
grande que la del AMG GT3 de carreras, con el fin de mejorar el enfriamiento de
los radiadores. Esta enorme parrilla hace que no sean necesarios las tomas de
aire ubicadas delante de los arco de ruedas delanteros. El splitter delantero
tiene dos ajustes manuales Street y Race.
Las aberturas sobre el cofre
mejoran también el desempeño dinámico. Entre otras linduras también posee un
nuevo y más efectivo difusor trasero.
Es claro que esta intimidante maquina no es para todos, empezando por el precio, pero también porque para controlar semejante poderío, se requiere algo más que una licencia común de conductor.
Para que quede muy claro, este Mercedes-AMG GT Black Series, es un
auto de carreras Street-legal.
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