Charleston, South Carolina — Volvo Cars confirmó la semana pasada que su SUV mediano más exitoso, el Volvo XC60, comenzará a producirse en su planta de Ridgeville, Estados Unidos, hacia finales de 2026.
El anuncio no solo refuerza la relevancia global de este modelo, sino que también subraya el compromiso de la marca sueca, propiedad de Zhejiang Geely Holding Group, con el mercado norteamericano.
¿Por qué es importante este movimiento?
El XC60 no es cualquier Volvo. Es el modelo más vendido de la marca a nivel mundial y, por si fuera poco, representa más del 33% de las ventas de Volvo en EE.UU., con un crecimiento del 23% solo en la primera mitad de 2025. De esas ventas, uno de cada cuatro XC60 vendidos es híbrido enchufable, consolidando al modelo como una opción clave para quienes están en transición hacia la electrificación.
Además, el XC60 acaba de destronar al mítico Volvo 240 como el modelo más vendido en la historia de la compañía, con más de 2.7 millones de unidades rodando por el planeta.
Un guiño estratégico a la fabricación local
El CEO de Volvo Cars, Håkan Samuelsson, fue claro: este movimiento fortalece la presencia de la marca en EE.UU., crea empleos locales y responde a una estrategia de “construir donde se vende”.
Por su parte, Luis Rezende, presidente de Volvo Cars Americas, enfatizó que el XC60 es “el auto ideal para este mercado” por su tamaño, su seguridad y la posibilidad de elegir entre motorizaciones híbridas suaves o enchufables.
Pero además, es un hecho histórico, ya que esta será la primera vez que una empresa propiedad de un grupo chino fabricará automóviles en territorio estadounidense. Es cierto que en Estados Unidos ya se vendían autos ensamblados en China, como el Buick Envision, el Volvo S90 o el Polestar 2, pero esta incursión de Volvo marca un hito que no debemos pasar por alto.
¿Qué tiene de especial la planta de Ridgeville?
La planta ubicada a las afueras de Charleston, en Carolina del Sur, fue inaugurada en 2015 y desde entonces ha recibido más de 1,300 millones de dólares en inversión. Actualmente produce los modelos Volvo EX90 (SUV eléctrico de 7 plazas) y el Polestar 3.
Con instalaciones de última generación, esta fábrica cuenta con talleres de carrocería y pintura renovados, así como una línea de ensamblaje para baterías, lo que la posiciona como una de las más preparadas para la electrificación futura.
¿Y qué sigue?
Volvo ensamblará en suelo estadounidense tanto las versiones mild hybrid como las plug-in hybrid del XC60. Con ello, la marca busca ofrecer una gama completa desde esta planta para distintos tipos de cliente: desde quienes buscan eficiencia eléctrica sin perder el motor a combustión, hasta aquellos que quieren dar el salto al 100% eléctrico con el EX90.
Lo que sabemos hasta ahora:
- Inicio de producción en EE.UU.: Finales de 2026
- Modelo que se sumará a la línea: Volvo XC60
- Otros modelos producidos en la planta: Volvo EX90 (eléctrico), Polestar 3
- Inversión acumulada en la planta: USD $1.3 mil millones
- Unidades globales del XC60 vendidas: Más de 2.7 millones
- Aporte a ventas de Volvo en EE.UU. en 2025: 33% del total
- Porcentaje de versiones híbridas enchufables: 25% del total de XC60 vendidos en EE.UU.
- Meta de electrificación total de la marca: Cero emisiones netas para 2040
Este movimiento no solo es coherente con la estrategia global de Volvo, sino que llega en un momento ideal, donde el consumidor estadounidense está buscando productos de calidad con ensamblaje local.
Y si de historia automotriz se trata, no es menor el dato de que el XC60 ya superó al legendario Volvo 240. El mensaje es claro: el SUV sueco, con mucho capital chino en sus cuentas bancarias, está listo para hablar con acento americano.