Las
primeras ocasiones no son siempre las mejores; La tensión, el nerviosismo, el
temor a la reacción o incluso al ridiculo merman la confianza, y parece que todo lo anterior, además de una señal
equivocada para dejar el papel protagónico a VW en Paris, ha provocado, por lo
menos en mí una reacción mezclada por el primer hibrido y más reciente debut de Lamborghini; El
Asterion LPI 910-4.
No
creo que nadie fuera de la planta de Santa Ágata se refiera a este nuevo Lambo
por su designación completa ya que es tan compleja que incluso Lamborghini desglosa la
nomenclatura en sus boletines; LP significa Longitudinal Posterior y hace referencia a la
posición del motor, la I es por hibrido (que en italiano no usa h), 910
por el sistema de poder (Que realmente no se explica a fondo) y 4 por la tracción integral.
Después
de lo anterior, lo primero que hay que decir es que el concepto es demasiado
desabrido para ser un Lamborghini. Simple y llanamente es muy... "cotidaneo" para tratarse de un deportivo italiano de pura sangre, además
de que el azul parece ser el color corporativo elegido por VAG para dar una
cierta uniformidad a su conciencia ecológica.
En cuanto a sus numeros el rango y practicidad es casi tan limitado como el de un Lambo de gasolina;
Apenas 50 km con pura energía eléctrica, pero Lamborghini se venia quedando atras contra los competidores como Ferrari o McLaren que ya tienen sus representantes hibridos.
Los
numeros de su mecánica de combustión interna también son muy familiares dentro
de VAG: Un V10 de 5.2 litros en posición central capaz de generar 610 bhp.
Con
ambas plantas de poder combinadas el Asterion cubre el 0-100 km/hr en 3.0
segundos y es capaz de llegar a los 320 km/hr pero impulsado por electricidad
se esforzara mucho en alcanzar apenas los 125 km/hr.
En
cuanto a la imagen esta es muy confusa. Si bien Lamborghini declara al respecto
que se trata de: –Un nuevo e inesperado sensual diseño, acorde a las característica
técnicas del auto, pero inconfundiblemente Lamborghini- Yo diaria que la imagen
del Asterion deja mucho que desear después de ejemplos de diseños magistrales
como el Sesto Elemento.
De
hecho la impresión es que este nuevo toro hibrido está diseñado sobre una plataforma
compartida con muy poco tiempo para trabajar en el diseño y con énfasis en el
ahorro económico.
Si
bien se intentó que el auto tuviera algunos rasgos del Miura, hay dimensiones
que delatan el lazo genético de la plataforma con Porsche, Audi y VW.
Alguien
en VAG debía de haber hecho énfasis en que para diferenciar al Asterion del VW
XL Sport, por lo menos debían de haber utilizado un color más Lamborghini.
El
discurso de Lamborghini en sus boletines de prensa lucha contra si misma
tratando de encontrar la explicación de este diseño. Por un lado menciona la
fuerte inspiración del diseño en el DNA de Lamborghini y por otro dice que es
una nueva exploración estética que lo separa de los actuales modelos.
En
pocas palabras, este concepto no cumple estéticamente con el lenguaje Hexagon
al que la marca nos había venido llevando durante la última década, lo que da
por conclusión que al menos en este caso, La marca de Santa Ágata fue presa de
su propia proposición vanguardista.
El
único DNA del auto proviene de raíces tan lejanas como el Miura e incluso el
Urraco, pero pasa por alto toda la tendencia de diseño sensual e industrial y vanguardista
desde el Countach a la fecha.
Lo
anterior quiere decir que un Lamborghini sin frente exageradamente corto, forma
de cuña en el frente, parabrisas en ángulo agudo y dimensiones más radicales
para la bahía de su motor simplemente no es un Lamborghini. Y lo anterior es un
poco triste porque esperemos que ahora que las marcas como Ferrari y Lamborghini están bajo la batuta de grandes corporativas, estas no tengan que
verse obligadas a dejar de hacernos soñar con máquinas en la que el diseño
manda por sobre todo argumento racional.
Créditos:
Fuente
e Imágenes: Lamborghini.