Los super autos, como el Ford GT, tienen una vida limitada. Un día los presentan, los millonarios los compran aun antes de que se produzcan, sus imágenes inundan la internet, y son lo mejor que ha pasado en la historia de la humanidad… Hasta que la competencia lanza un nuevo modelo y entonces, tu mercado se distrae, y los autos empiezan a entramparse en los inventarios de la planta.