Y no podemos evitar recodar a Tom Hanks, despidiéndose de su único compañero de la travesía ficticia de náufrago, aquel balon de volleyball, con un triste y melancólico
- ¡Lo siento Wilson! -
Y no es fácil porque durante mucho tiempo, cada modelo fue de los más vendidos de su respectiva marca, por que permitía a los clientes acceder a un vehículo de una marca tradicional, cuyos otros modelos de su portafolio eran de precios muy altos como para que alguien que adquiría un vehículo económico o su primer auto pudiera aspirar a ellos. Pero allí estaban el Spark/Beat y el Figo para solucionar el problema.
Porque eran autos con diseño joven, a pesar de los años, que resultaban accesibles económicamente y atractivos por su diseño novedoso, sus colores vivos y su economía de mantenimiento.
¿Por qué entonces matar a la estrella de volumen de ventas?; ¿No sería más fácil darle un lavado de cara y mantenerlos unos años más en el portafolio de la marca impulsando el volumen de ventas?
Hace años, a Chevrolet le sucedió algo parecido con el Chevy, un modelo basado en el Corsa A, que con un profundo lavado de cara y rebautizado como el Chevy C2 se mantuvo en el portafolio de la marca, hasta que se despidió.
¿La razón? Los contratos con los proveedores de partes vencían y para renovarlos, el coste de producción de un Chevy sería más alto que el de un Spark importado. La decisión fue fácil, substituir al Chevy con el Matiz de generación más reciente (Spark) re bautizándolo y sosteniendo el nivel de ventas. Para el cliente, sin embargo, no hacia sentido.
Al principio el público no acepto al Spark. Era demasiado compacto, con un motor muy pequeño y una carrocería demasiado frágil, aunque llamativa. Con el tiempo, sin embargo, se ganaría su público. Mayormente por precio.
El caso del Figo fue diferente. El Ka y Ka+ europeo se rebautizó, nunca entendimos porque, ya que el Ka sigue teniendo una amplia base de seguidores, pero así fue. Entonces se le montó un motor menos anémico que el europeo, para poder lograr un desempeño decente en las alturas de la capital de México, y salió a la venta como Figo. Y aunque no era el más económico, su amplitud, que daba la sensación de ser el sucesor espiritual del Fiesta MkV, le posicionó como si fuera un eslabón perdido entre la quinta y sexta generación del Fiesta.
Pero ¿Porque dejar ir a modelos tan populares sin previo aviso? o ¿Sin una edición especial de despedida?
En el caso del Spark, el cierre de plantas de GM en la India y el cese de producción del modelo fueron las causas para que GM desterrara de sus salas al modelo que le llegó a representar el 25% de sus ventas.
En el caso del Figo, que todavía quedan algunos ejemplares en los patios de los concesionarios Ford, una de las plantas en las que se producía el subcompacto cerrará y la segunda se reconfigurará para la producción exclusiva de motores.
En el futuro cercano no habrá ningún sucesor para ninguno: El Aveo, como reemplazo del Spark, es un modelo confiable pero desangelado y con un precio lejano para quien busca un auto accesible. Y en Ford realmente no habrá algo a la altura del Figo en nivel de precio o configuración. ¡Dicen que sería la Ranger! Pero no hace ningún sentido.
No hay manera de que nos traguemos el cuento de que las marcas dejaron de producir estos modelos por decisión de marketing o estrategia de ventas. Fueron decisiones globales que afectarán la comercialización de vehículos en mercados emergentes. Un duro golpe para las marcas americanas.
Queda la impresión de que aún había mercado para ambos autos. Pero al igual que Hanks en náufrago, al ver partir a un amigo en la inmensidad del océano, sin que mucha gente en Mercadotecnia de Ford y GM, tuvieran mucho que hacer para rescatar a ambos modelos, parece escucharse el doloroso lamento:
¡Wilson, Wilson!; ¡Lo siento Wilson!
Créditos:
Imágenes: Ford y Chevrolet