El Hyundai i10 había sido, desde que lo conocíamos, una selección de excelentes ideas, magistralmente ejecutadas dentro de una de las carrocerías más pequeñas y atractivas de la industria automotriz, y con una imagen y diseño discreto y con un encanto proveniente de todas las cualidades espáciales, mecánicas y dinámicas positivas que tú puedes esperar de un micro compacto.
Pero en esta última edición del
i10, Hyundai debe haber pensador que era momento del que el “pequeño de la
casa” creciera. Y en papel parecía buena idea.
En realidad, por los sketches
parecían que Hyundai crearía un micro coupé de 4 puertas.
Pero crecer un micro compacto no
es buena idea, y exagerar los sketches de un modelo por presentar de manera tan
exagerada como lo hizo Hyundai, !Mucho menos!
Te explico: La psicología detrás
de la estética de muchos los autos subcompactos, como el i10.
De acuerdo al premio Nobel
austriaco Konrad Lorenz (1903-1989), muchos animales nos hacen víctimas de un
truco de la respuesta evolutiva a los pequeños humanos y que transferimos
nuestra reacción al mismo conjunto de rasgos en otros animales... u objetos.
En resumidas cuentas, según
Lorenz, juzgamos la apariencia de otros animales bebes, con el mismo criterio
con el que juzgamos los bebes de nuestra especie – Aunque el juicio puede ser
totalmente inapropiado en un contexto evolutivo. –
Por ejemplo, una hiena con pocos días
de nacida, puede tener una apariencia que inspire ternura e incluso nos lleve a
proteger o al menos no agredir al pequeño animal situación que difícilmente
sucedería con una hiena adulta.
esta respuesta evolutiva natural
protege a los cachorros de otras especies de sus predadores naturales.
Esta empatía hacia los rasgos de
los cachorros, han sido adaptados desde hace mucho tiempo por los diseñadores
de autos en algunos modelos para despertar en nosotros empatía con los autos
sub compactos y no juzgar su imagen con los criterios con los que juzgaríamos a
un auto mediano. Por esta misma razón los subcompactos utilizan paletas de
colores más llamativas, el diseño de sus interiores pretende ser más lúdica y
se priorizan cualidades como la economía, accesibilidad, facilidad de manejo y
afinidad con el propietario.
Bueno, pues resulta que las
ediciones tempranas del Hyundai i10 poseían esa imagen simpática y atractiva,
que la evolución nos orillaba a pensar que era simpática, accesible, inofensiva
y amigable. Y había funcionado a la perfección, hasta que la marca coreana nos
presentó a la última edición del compacto sedan de la casa: El Grand i10 Sedan.
Y empecemos por lo más doloroso, Hyundai incremento el precio del Grand i10 y si el modelo anterior se había
vendido muy bien, darle la impresión a sus clientes de que el auto había
crecido, en imagen, equipamiento, prestaciones y apariencia, debía de atraer
más clientes.
Y realmente, no importa que tan
equipado este el auto. Un micro compacto que va “desde” un poco más de $10,000
US Dls y hasta más de $ 13,400 US Dls, en algunos mercados, es caro y
encontraras mejores opciones por precios similares.
Si, es cierto que el pequeñito
sedan de Hyundai es uno de los que tiene una de las mecánicas más confiables de
su clase, pero aun así, el precio es excesivo.
Pero además Hyundai pensó que, si
los precios y el equipamiento crecían, había que proyectar ese crecimiento
también en la imagen exterior.
Al pequeño sedan se le retiraron
todos los rasgos de cachorro y se le intento dar la imagen de un auto de un
segmento superior, en la misma minúscula plataforma.
El resultado es uno de los autos más
horrendos que han salido de Corea… en toda la historia… ¡de la humanidad!
El modelo predecesor ya hacia
intentos de afinar su imagen y era agradable, incluso a pesar de la enorme y
amorfa parrilla de Hyundai.
El nuevo autito tiene una
parrilla más ancha que le da más la apariencia de pescado. Como de
Catfish-Bagre, específicamente.
La parte trasera es también
lamentable. El Grand i10 no merecía que sus diseñadores le sometieran a este
ridículo. Las afiladas lámparas traseras se unen de lado a lado por una moldura
que le otorga una sonrisa más siniestra que la del Joker. El Hatch del i10 es
mucho menos forzado en su imagen exterior y si ya te decidiste por un i10, ve
por el Hatch es infinitamente mejor parecido que el sedán.
Por dentro, la tradicional mezcla
de terminados y colores inesperados, especialmente los tonos cafés, tan
gustados por los fabricantes coreanos, nos anuncian que estamos en un Hyundai.
Todo está bien dispuesto, pero las tallas son incorrectas.
Este diminuto sedan quiere
aparentar que es un auto que creció, pero sufre del síndrome de la estrella
infantil que cuando crece pierde su encanto, nos decepciona e incluso provoca
cierto nivel de rechazo. El equipamiento solo es superior a los modelos anteriores
en las versiones más altas y tus acompañantes te recordaran rápidamente que
pagaste de más por un mini auto cuando quieras subir a más de tres personas en
el asiento trasero.
Si compraste un i10, debes haber
tenido muy buenos motivos para hacerlo. Y no podemos decirte que compraste un
mal auto. Pero sin duda pagaste de más por un auto muy, muy pequeño.
Es cierto que tu auto es
confiable, pero esas miradas en las luces rojas a tu auto, no son de
admiración.
En este segmento hay tanta
competencia que muchos fabricantes pueden pensarse que no debes exigir mucho.
Pero un diseño menos absurdo es lo menos que deberíamos pedirle a Hyundai y
este i10 es, desde hoy un candidato a la lista de los autos más feos del 2021.
Créditos:
Imágenes: BBC