Lotus es el equivalente ingles de Alfa-Romeo. Una marca con mucha historia y rancio abolengo, que amas locamente u odias a muerte. Sin puntos medios, sin tonos grises.
Una marca que es un gusto de conocedores y de la cual, siempre serás cuestionado. ¡Pero no importa! Porque si tienes un Lotus, no lo tienes para complacer a nadie, es un gusto absolutamente egocéntrico.
A nosotros nos encanta Lotus. Nos gusta el aspecto romántico de haber tenido un fundador apasionado que lideró su empresa, la cual, por cierto, ha mantenido su filosofía intacta.
Nos apasiona la historia de una pequeña empresa que llego a la cúspide de la Formula 1, Nos sorprende como una empresa ha logrado sobrevivir tantos años con una producción automotriz exclusiva. Dolorosamente exclusiva y ventas escasísimas. Tanto asi que, a pesar de sus méritos, Lotus nunca ha producido sus propias plantas de poder y a pasado por motores Maseratti, Coventri-Climax, Ford, Renault, Isuzu, GM e incluso… Toyota. ¡Toyota! (Nadie es perfecto. Ni siquiera Lotus)
Pero si Lotus no es tan potente como un Ferrari, ni tan espectacular como un Lamborghini, ni tan confiable como un Porsche, ni tan accesible como un Corvette ¿Quién en sus cabales puede amar a Lotus?
La respuesta es simple: A quien le gustan los autos. Y es que ¿Para que quieres un bólido de más del 1,000 hp al que nunca te atreverás a pisar el acelerador a fondo? O ¿Un Lamborghini con el que nunca podrás estar tranquilo al estacionarlo en un centro comercial sin un ejército de guardaespaldas? O un Ferrari, cuyos costes de seguros, servicios de mantenimiento y llantas te costaran una pequeña fortuna.
Si claro, no es que Lotus sea un auto económico, de hecho, alguien que no sepa se sorprenderá que un auto tan pequeño sea tan caro.
Pero la realidad es que, si verdaderamente te gusta manejar, sentir el camino, olvidarte del sistema de sonido y escuchar el rugido provocado por el motor (Incluso si es Toyota), y sentir la velocidad prácticamente sentado a la altura del suelo y sorprenderte por que el auto responde casi telepáticamente a tus ordenes de curvear, acelerar o frenar, entonces Lotus es para ti.
Y toda esta platica, porque Lotus esta enfocada en un futuro revolucionario de la mano del Evija y el nuevo Emira aun por darse a conocer. Lo que significa que el Elise, nameplate con mas de 25 años en el portafolio de Lotus esta en su edición final.
El ultimo adiós de este modelo, que sostuvo con vida, a veces en Terapia Intensiva, a Lotus durante muchos años no será nada que se aparte diametralmente del auto que conocemos. Opciones de clúster de instrumentos, Volante de nuevo diseño, una nueva selección de colores inspirados en liveries retro de Lotus, algunos caballos mas de potencia y ruedas nuevas.
El Exige, también llega al final de sus dias. Y hay un modelo de edición final para el Exige Sport 390, 420 y 430.
Cada una de ellas, además de la disponibilidad de clúster de instrumentos, nuevo volante y colores, tendrá mejoras aerodinámicas que lo harán aun mas eficiente de lo que ya es.
Tal vez, mas que otras marcas, estas sean ediciones especiales que verdaderamente deberán de atraer coleccionistas. Porque se trata realmente de pedazos de historia automotriz de una marca ligada al desarrollo del automovilismo deportivo y que ahora promete revolucionar el mercado de los super autos con el Evija.
Desde el 2017, cuando a falta de mejores opciones, Protón le vendió Lotus a Geely. Lotus la compañía que ningún gigante quiso albergar, ha sufrido un interesante cambio.
De una empresa agonizante a una empresa que se prepara para el lanzamiento del deportivo electrico mas radical: El Evija del cual solo se producirán 130 ejemplares. Se supone también que el Emira llenara el huevo del Elise y Exige, además de que se sabe que debutarán una SUV.
La pequeña marca puede por fin, que tenga el respaldo económico para plantarle cara a marcas como Alfa-Romeo. Alpine o incluso Porsche. Estaremos atentos.
Por lo pronto le rendimos tributo y agradecemos a dos de los Modelos mas emblemáticos de Lotus y del automovilismo: Elise y Exige.
Créditos: Lotus Cars