Lincoln ha
seguido la estrategia de la casa de abandonar el mercado de los sedanes para
enfocarse en los utilitarios, Y cada vez es menos común ver por las calles,
incluso en Estados Unidos que es el mercado natural de la marca, el emblema de
la marca de lujo de Ford.
¿Cómo empezó todo?
Algunos modelos fueron únicos,
soberbios, elegantes y poseían una imagen disruptiva que los apartaba del resto,
que los hacían objetos de deseo, tanto así que ni siquiera Batman pudo
resistirse y el legendario Batmobile de la serie de televisión protagonizada
por Adam West, estaba basado ni mas ni menos que en un Lincoln Futura
Concept.
¿Cuántas marcas pueden presumir
de tener a Batman en su cartera de clientes?
Después de la primera mitad del
siglo XX, las crisis del petróleo, la invasión de marcas japonesas y alemanas,
y los sindicatos de la industria en Estados Unidos cambiaron el panorama de la
industria automotriz estadounidense… para siempre.
Lincoln se volvió apática
y aburrida.
A finales del siglo XX y
principios del XXI, Ford decidió dar un empuje a su marca de lujo.
En aquellos tiempos de bonanza,
Ford era propietario de Ford-Lincoln-Mercury, Jaguar, Aston-Martin
y compartía plataformas con Mazda entre otras operaciones. Ford decidido
aprovechar el desarrollo de plataformas globales para hacer de Lincoln un
verdadero competidor internacional.
Lincoln lanzo la Blackwood, que
fue el primer pick-up de lujo del mundo y a pesar de ser el vehículo con
menores ventas de la marca, pavimento el camino para el lanzamiento de la
Navigator que debía competir directamente contra la Cadillac Escalade,
en tiempos en los que las marcas premium de otras latitudes jamás considerarían
seriamente producir vehículos utilitarios.
Para perseguir el santo grial
automotriz por igualar a los sedanes europeos. El Lincoln LS fue la
carta de presentación que prometía que Lincoln podía dejar de ser la marca de
los abuelos ricos, para renovarse. Como era tendencia, se anuncio con bombo y
platillo que Lincoln por fin tenia un modelo que podía competir de tu a
tu contra el Serie 3 de BMW o el Clase C de Mercedes-Benz.
Un sedán de 4 puertas y tracción
trasera que compartía plataforma con el Jaguar S-Type y el Ford
Thunderbird, con distribución de peso 50/50 y estilo disruptivo (para ser
un Lincoln) fue lo que Ford considero que podía ser la carta de
presentación global de su marca de lujo.
El intento duro solo seis años, y
para el 2006, el Lincoln LS paso a la historia automotriz sin pena ni
gloria.
Estos agresivos intentos por
poner a Lincoln en la batalla fueron buenos pero carentes de éxito comercial.
Vinieron después el MKZ y
el Continental, ambos sobre la plataforma CD4 donde se monta también
el Ford Fusión, y el Taurus. El MKZ fue un intento audaz
de la marca, pero tenia demasiados genes del Fusión bajo su carrocería y
el Continental, un esfuerzo también loable que tiene algunas muy buenas
ideas de diseño, lamentablemente el conjunto en general luce aburrido. Contra
su competencia, parece un auto de los 70’s.
El presente.
Hoy sabemos que FoMoCo
dejara de lado los sedanes en el corto plazo y esto dejaría a Lincoln con apenas con un portafolio de 4 utilitarios: La tradicional Navigator,
y sus hermanas menores: Aviator, Nautilus y Corsair, todos compartiendo plataforma
con vehículos Ford, y que al igual que sus hermanos sedanes, ya
condenados a muerte, tienen buenos detalles, pero un conjunto visual soporífero
y algunos problemas de calidad.
Como dijimos al inicio, cada vez
es menos común encontrar un Lincoln en la calle.
El ¿Futuro?
Parece que Lincoln, en algún
momento se convenció de no era negocio invertir en lo que debía ser su
nicho natural. Decidió continuar con la estrategia de productos diseñados para
su mercado histórico: Personas maduras, muy probablemente pensionados,
flotillas corporativas, y vehículos familiares tradicionalmente americanos, con
desempeño suficiente y diseño poco inspirador, que la marca califica como
sereno.
La verdad es que Lincoln no ha podido consolidar un lenguaje de diseño característico, innovador e
identificable atractiva desde que revivió su parrilla dividida con el LS
y que fue evolucionando hasta que encontró su límite estético Con el MKZ.
Desde el 2015, la marca ha
intentado consolidar una nueva imagen en sus productos sin que esta haya
logrado consolidarse.
La realidad es que el cliente que
tradicionalmente podía optar por un Lincoln como un vehículo de lujo, tiene ya
muchas opciones de mayores prestaciones, mejor percepción de calidad y una
variedad de estilos tremenda.
Un cliente potencial para una Navigator o casi cualquier utilitario
de su portafolio, hoy tiene, además de las opciones de Cadillac, que poseen
un diseño más contemporáneo y que son la competencia natural, opciones en Porsche,
Maserati, Land-Rover, Jaguar, Audi, entre otros
tantos, con prestaciones que parecen más de un deportivo que de utilitarios, cruceros de lujo
para todo terreno, equipamiento que es cada vez mas vasto y sofisticado, y
diseños que complementan mejor el aspecto aspiracional de cada cliente.
A menudo me recuerdas a alguien.
Cada vez que se hecha un vistazo
a Lincoln, no se puede evitar pensar en marcas que envejecieron y perdieron
posicionamiento. AMC, Oldsmobile, Hummer, Pontiac
entre otras muchas que no supieron leer las tendencias del mercado o
prefirieron no evolucionar, y envejecieron con su cartera de clientes.
Y parece que Lincoln esta
infectada con ese virus. No es que sus vehículos sean malos, o tengan un diseño
particularmente errado. Es solo que son incoloros, insaboros e inoloros. Son
tan grises, que terminan por perderse, pero lo peor es que el cliente no
encuentra, debajo de la lamina y el cromo, un factor diferenciador. Algo le lo
convenza de que su vehículo no es solo un Ford rebadged. aunque
queda claro que quien adquiere un Lincoln está perfectamente consciente
de que recibe, básicamente una arquitectura básica de Ford con paneles
de carrocería diferentes, algunos cuantos gadgets de más, unos insertos de
cromo, unos emblemas diferentes, tapicerías en piel, pero que después de todo…
es solo un Ford. Y no es que esto sea malo, pero la diferencia en precio
entre una Expedition y un Navigator, hace que tu mayor rival este
en casa.
Ford, como buena marca norteamericana,
privilegia la rentabilidad sobre todas las cosas. Ya se arriesgó invirtiendo en Lincoln y los resultados no fueron los esperados.
Se podría intentar dar a Lincoln una imagen menos urbana. Inyectar en sus vehículos un poco de alto desempeño emulando a Porsche o Maserati, o espíritu aventurero a la Jeep o Land Rover, o incluso de tecnología disruptiva a la Tesla, o al menos mejorar su mecánica para que compitiera en confiabilidad contra Lexus o Infiniti y tal vez entonces, el publico sentiría atracción por Lincoln.
Talvez si Ford permitiera
a su equipo de diseño de Europa, jugar con algún modelo de Lincoln, como
lo hicieron con las versiones de alto desempeño del Focus, lograrían un
producto global y fresco.
¿O que tal revivir el Mark? El
tradicional coupé de lujo de la marca sobre la plataforma del Mustang como
lo sugirieron los colegas de Automobile Magazine.
Pero parece que hay una filosofía
de marca monolítica, inamovible, y apolillada que provoca cada vez menos tentación
de husmear en una sala de exhibición Lincoln, y eso, para todos aquellos
que de alguna manera estuvieron alguna vez ligados a la marca, debe ser
doloroso ver un símbolo de tal envergadura de la industria, agonizar lenta y
silenciosamente.
Créditos:
Imágenes: Automobile Magazine, Es.motor1.com,
Lincoln, AutoBlog, DriveTribe,