Imaginemos una fría tarde en Stuttgart, en la que, un grupo de ejecutivos, aburridos por que su marca esta en el tope de las preferencias automotrices y no son tan experimentales y ridículos como BMW, ni tan desesperadamente comerciales como Audi, se encuentran en una reunión interminable decidiendo acerca de las estrategias para llevar a la marca a un nuevo nivel de exclusividad.
Y bueno, de alguna manera el
proyecto es aprobado.
¿Por qué hacerlo? Para presentar y
apoyar el lanzamiento de tres ejes que permitirán a M-B ir más allá en
la satisfacción de sus clientes. El primer eje es Manufaktur, que será
un programa de individualización de Mercedes Benz para los clientes que
quieran que sus autos sean extremadamente personalizados. El segundo eje, será
la edición limitada de algunos modelos, lo que incrementará su
“coleccionabilidad” y, claro está, exclusividad, y la tercera será los modelos 1-off,
es decir modelos únicos.
Entonces el Mercedes Benz Vision One-Eleven es solo un pretexto.
El problema es que el C111
es demasiado setentero, y, además, fuera de Stuttgart, no parece ser relevante
para nadie. ¿Pero qué importa? Daimler tiene suficiente dinero como para
complacer el capricho visceral de algún ejecutivo.
Hay que aceptar que Mercedes ha hecho un excelente trabajo para incursionar en el mercado de volumen de los autos. Sin duda un Mercedes Benz es sinónimo de logro, exclusividad y lujo. Pero, por otro lado, los volúmenes de venta requeridos para mantener a una marca de semejantes dimensiones con salud financiera, requieren de un alto flujo circulante, con lo que el concepto de exclusividad se diluye.
Para no perder esa sensación de
lujo, que debe representar Mercedes Benz, es para lo que esta estrategia
ha sido creada. Para que los millonarios no se alejen de la marca y sigan
teniendo objetos de deseo dentro de casa.
Y el primero de estos es el MercedesBenz Vision One-Eleven, un concept que, si no eres fanático de la historia de Mercedes Benz, probablemente no entiendas las referencias a su predecesor. Y no es que la idea sea mala, el problema es que, en mayor escala y con mucho éxito, ya lo hizo Ford con el GT, Lamborghini con el Countach y Bugatti con el Cientodieci.
Gordon Wagener, Chief Design
Officer de Mercedes Benz, ha declarado: - Nuestro objetivo en Mercedes Benz no es diseñar, nuestro objetivo es crear iconos. Para mí, eso marca la
diferencia entre el diseño convencional y el lujo. Iconos de diseño como el
Type 300 SL y el C 111, ambos con puertas de ala de gaviota, forman
parte de nuestro ADN. Estos vehículos legendarios fueron una gran inspiración
para el diseño icónico del Mercedes Benz Vision One-Eleven. Esto es
belleza y lo extraordinario unidos en una visión del futuro. Nuestro show car
de visión totalmente eléctrico es la interpretación moderna del C 111,
que era vanguardista en ese momento. El elemento sorpresa proviene de sus
proporciones excepcionalmente limpias, puristas y, al mismo tiempo,
extremadamente musculosas. Esta claridad icónica también se refleja en el
interior. El lenguaje de diseño igualmente sensual pero minimalista representa ICONIC
LUXURY by Mercedes Benz-.
Como toda declaración de los
ejecutivos de alto rango, la de Wagener es un poco indescifrable. Pero no es
muy relevante porque a nosotros tampoco nos convence el diseño del concepto.
La parrilla frontal está muy
“lanzada” hacia adelante, lo que distorsiona la imagen compacta del auto. El
ovalo que enmarca la parrilla luce vacía. Talvez el emblema de Mercedes estaría
mejor en la parrilla que sobre el cofre. Pero incluso en este detalle, se copió
al C111.
Los outlets de aire sobre el
primer volumen ha sido siempre una solución aerodinámica muy socorrida y
eficiente, pero al igual, resultan una copia al carbón del original.
El perfil del auto tiene sus
volúmenes tan difuminados que se pierden. Podemos definirlo como monovolumen,
pero da igual. Ninguna definición lo salva. No es lo que se esperaría de un deportivo
de Mercedes Benz… ni de ninguna marca.
Las puertas laterales en
configuración de alas de gaviota, son muy Mercedes Benz, pero parecen estar
allí únicamente por compromiso. Abiertas y desde el perfil, son únicamente
cortes rectangulares para simplificar su función. Cerradas, se pierden en una carrocería
sin carácter.
Efectivamente el Mercedes Benz Vision One-Eleven, luce retro. Por alguna razón, los diseñadores de super autos
están eligiendo una paleta de colores basados en el naranja, como sucedió con
las primeras imágenes oficiales del Lamborghini Revuelto. En este
concepto, el color se justifica por el del C111, pero no deja de ser un
tono “caliente” fuera de las tendencias cromáticas actuales.
Y no es que sea feo. Es que es
dolorosamente simple, es una copia de un carro de los 70`s pintado de un
naranja oxido muy feo.
Además, existe otro problema: Estamos
juzgando a este adefesio como un auto, no como lo que es; un concepto que
seguramente nunca llegara a la producción. Que eso no le salva de ser feo, pero
al menos tiene un pretexto.
Sin embargo, y aun a pesar de lo
anterior, este auto confirma lo que ya sabemos acerca de Mercedes Benz: Son excelentes
fabricando autos de lujo, tienen una historia dentro y fuera de las pistas
llenas de victorias, pero carecen de la gracia y pasión que se requiere para
fabricar superdeportivos.
Créditos:
Mercedes Benz