Nissan
presento en días pasado el Lannia, un modelo que de acuerdo a la marca será
exclusivo para el mercado Chino en el que Nissan sigue apostando.
Es importante señalar que la intención de Nissan en el gigante oriental no solo es comercial, el Lannia es
un modelo en cuyo diseño estuvo muy involucrado el staff de la marca de aquel país.
Con esto Nissan busca globalizar la imágen de sus productos con la influencia del mercado Chino que en el mediano plazo dictará las tendencias de la industria global.
El
resultado estético es tan dramático como todos los conceptos recientes de Nissan:
En
las líneas del Lannia es evidente la inspiración y claves de diseño tomadas del Nissan Sport Sedan y el Nissan ID-x.
Pero
vayamos por partes. El Lannia es un sedán de dimensiones más discretas que las
del Sport Sedan o Altima actual.
El
Lannia presenta al frente una buena variación de la parrilla V-Motion en disposición
vertical que recuerda la solución estética de la gama Mazda actual.
Las
lámparas delanteras son una solución estética de evolución progresiva al diseño
de boomerang de la casa.
Todas
las líneas son ascendentes en el frente excepto las de los housing de los
fog-lamps que rompen con el conjunto frontal.
Las
líneas de carácter del cofre lucen integradas con la imagen general contrario a
ejercicios de diseño anteriores en los que parecían siempre terminar montadas
muy alto en el poste A.
El
perfil es el ángulo menos favorecedor y el que delata las dimensiones reales
del auto.
Es
evidente desde este punto de vista que el cofre las ruedas del auto han sido “empujadas”
a los extremos, dando la apariencia de que el compartimiento del motor y el baúl
trasero son pequeños contra la extensión de la cabina.
La
línea de tensión inferior que parte del arco de rueda delantero hasta el
trasero, es un poco innecesaria. Complementa el perfil del auto y le da consistencia
a la tendencia de diseño para que no luzca insípido como el actual Corolla,
pero es dramática en exceso y será una pesadilla en los estacionamientos de batería
si llega a la producción.
El
poste C es un efecto residual del ID-x y es aquí donde un pregunta si el Lannia
es un sedán compacto o un Hatchback muy estilizado.
Nissan dice que el Lannia es el sucesor espiritual del Bluebird, pero en lugar de
inspirarse en el exquisito ID-x que parte del 510, parece que el equipo de
diseño tomo el perfil de uno de los Bluebird más feos; el 610.
El
Lannia luce estético y moderno para un mercado ansioso de novedades accesibles
y diseños “exclusivos” que dejen en claro que son la nueva potencia automotriz
mundial: China.
Aunque
también sería muy adecuado para mercados latinoamericanos.
Créditos:
Fuente & Imágenes:
Nissan News.