El automóvil americano más emblemático cumple 50 años desde su lanzamiento y a pesar de las mutaciones que ha sufrido a lo largo de su historia, Ford ha mantenido la formula exacta que ha convertido al potro americano en toda una leyenda.
No
podrás entender la pasión que este auto despierta si nunca has tenido uno,
porque efectivamente hay autos más potentes, manejables, extrovertidos o exóticos,
pero el Mustang mezclo desde su inicio en cantidades exactas de ingredientes
que lo han hecho un vehículo practico para el mundo real, con una personalidad
distinguida y lo suficientemente escalable para que de acuerdo a las
preferencias de su jinete, se comporte como un sedan personal o como un semental
de alto desempeño y actitud completamente viril.
Durante
los 60, ante los primeros signos de caída del ciclo de vida del Thunderbird, Ford buscaba un competidor para los pequeños coupes europeos que además de un desempeño
dinámico destacado, tuviera una imagen deportiva que fuera toda una declaración
de principios y que fuera accesible al cliente.
Bajo
la dirección de Lee Iaccoca, el proyecto Mustang comenzó a tomar forma.
Los
primeros conceptos llevaban esta idea al extremo; Biplaza convertibles y
extremadamente vanguardistas que carecían de la utilidad característica de la
industria automotriz americana.
A
fin de reducir los costos de producción, el Mustang debía de ser construido
sobre un chasis ya existente; Se eligió la del Falcón que entonces eran un
sedan familiar sin pretensiones deportivas con un 6 en línea.
Esta
decisión, principalmente financiera fue la que realmente definió lo que el Mustang ha sido desde el inicio de su existencia.
Se
tomo este chasis y se le otorgo una carrocería ligera y atractiva, una imagen más
cruda y agresiva que la del Thunderbird y mucho más ligera que la del Falcon.
El
peso se redujo proporcionalmente al tamaño y sumado a un motor aceptable y
robusto, se convirtió en un coupe atractivo, ligero.
El
17 de Abril de 1964 debuto el Ford Mustang, y emergió de las líneas de producción con
un V8 289 c.i. convirtiéndolo en un objeto de deseo instantáneo para los entusiastas.
Para
otorgarle una personalidad más agresiva se llamo a una leyenda de las pistas;
Carrol Shelby, quien gracias a su influencia configuro el primer Mustang Fastback
y las versiones GT350 y GT500, formando una unión legendaria que Ford ha
Mantenido viva hasta nuestros días.
Estas
versiones de Shelby fueron las primeras en adoptar la configuración de colores
Azul-Blanco con doble franja contrastante, colores de competencia de Shelby que
se siguen utilizando hasta el día de hoy.
A
partir de los modelos originales, el Mustang fue ganando dimensiones, peso y
pulgadas cubicas en sus modelos.
En
el 67, el Mustang recibió su primera modificación debido a que Chevrolet había
lanzado al que seria e primer competidor directo del Mustang y su eterno archirrival:
El Camaro. Para muchos fanáticos de Mustang este es un de los que estéticamente
estaban mejor logrados.
Con
la intención de albergar motores más grandes y potentes que le permitieran
competir contra el rival de Chevy el Mustang incremento sus dimensiones; La parrilla
era más prominente así como el housing de las lámparas delanteras y sus
agallas. La tradicional costilla y moldura en sus costados fue sustituida por
una doble parrilla jamás repetida. La caída del cristal trasero en el fastback
era la más suave y prolongada hasta entonces, la cual se intento rememorar en
modelos sucesivos sin mucho éxito.
Este
modelo se ofreció con una opción de motor Cobra-Jet 428 y se elimina por
primera vez las letras de Ford de su cofre.
A
fin de cumplir con las regulaciones de las categorías de competencia en las que Ford era representada por el Mustang, el Pony-Car embarneció severamente hasta
que su personalidad quedo oculta detrás de la lamina de los masivos modelos de
los setenta que vieron en el Mach-1 y el Boss 351 los diseños mas voluminoso
del establo del ovalo azul.
Sin
duda eran las tendencias de la época, pero el exceso de lámina, peso y
potencia, así como una muy deficiente repartición de peso en pos de la imagen además
de un tradicional eje trasero muy nervioso, hicieron que estos modelos fueran
los más lejanos a las cualidades que lo habían convertido en un éxito en años
anteriores.
La
crisis del petróleo dio lugar a uno de los Mustang menos populares y nos atreveríamos
a decir que aborrecido por algunos.
El Mustang II de los 70 era algo así como un Pinto con problemas de bi-polaridad,
tanto así que incluso hoy día, los aficionados prefieren como auto de proyecto un
Maverick de la época, que un Mustang II, convirtiéndolo en uno de los modelos históricos
más escasos y menos deseados por lo fans.
Si
bien fue uno de los modelos de mayor volumen de ventas seria uno de los de
menor valor histórico por su falta de trascendencia.
1979
marco otra etapa evolutiva del Mustang. Ford dio un salto cuantitativo con la
plataforma Fox. Ford intento regresar a las dimensiones originales del Mustang del 64, pero re interpretándolo.
Fascias
integradas, doble faro rectangular, espejos aerodinámicos integrados, luces
traseras masivas, motores V8 suspensión delantera tipo McPherson y el tradicional
eje trasero nervioso marcaron la llegada del nuevo potro a las salas de los
dealers.
La
utilización de motores de 4 cilindros, incluso los turbo del SVO generaron opciones
encontradas entre los puristas que no conciben al Mustang sin un V8: 5.0 específicamente.
Ford aplaco a los fans con el Cobra SVT del 93, que era hasta entonces el Mustang más
rápido.
Sin
embargo esta generación termino deformada por la falta de modificaciones estéticas.
Los spoilers y faldones, así como los facelift que intentaban hacerlo lucir
moderno terminaron escondiendo su personalidad tras faros muy parecidos a los
de un Tempo, sin parrilla y sin ningún emblema de potro. Solo e emblema de 5.0
le otorgaba carácter mientras el Camaro había ganado tamaño y presencia.
En
1994, un muy anticipada y por primera vez profunda remodelación en 15 años
debuto. El Mustang, que tenía 15 años viviendo a la sombra de sus rivales, renació
como un deportivo muy moderno.
La
transfusión del las características del concepto al modelo de producción fue muy
apropiada. El Mustang retomaba las características que lo habían convertido en
un clásico 30 años antes.
Emblema
del pony en la parrilla abierta, inlets en el cofre, carrocería 2+2, cabina con venillas laterales de linea elíptica,
perfil fastback, tomas de aire no funcionales en los costados y calaveras de 3
elementos. La leyenda había regresado con tanta fuerza que eventualmente sumiría
al Camaro en un estado de suspensión animada.
Pero
el diseño era tan integral que los facelift posteriores dieron lugar a uno de
los modelos de Mustang de peor imagen: Con excepción de la parrilla frontal
todas y cada una de las tomas de aire eran simuladas. Las líneas rectas de carácter
en los costados, faros y calaveras chocaban contra las elipses de la cabina
heredada de la anterior generación. Ford sostuvo este terrible modelo hasta el
2004.
La
influencia del diseño retro-futurista de J. Mays obsequio en 2005 a los fans de
Mustang un auto completamente inspirado en el original.
No
pretendía interpretar elementos de diseño, simplemente tomaba las claves de
diseño y las ponía al día; El resultado fue espectacular. Y esta generación se
ha venido refinando y mejorando sensiblemente la imagen de este icono de la
industria automotriz estadounidense.
Este
año debutara la nueva generación que continuara el legado del emblema del potro
y los fans lo esperan con ansia y con toda seguridad continuara el legado; Es
un Mustang y eso le garantiza una de las clientelas cautivas más numerosas del
planeta.
Pero
¿Porque es tan espectacular el Mustang? No es un argumento lógico que se pueda
descifrar. La pasión que estos autos despiertan se tiene que vivir y solo la
podemos entender quienes hemos poseído uno, así que si no lo has tenido la próxima
generación te garantiza uno de los deportivos americanos más espectaculares de
la industria.
Créditos:
Imágenes:
Ford Media.