BMW ha sido
siempre una marca reconocida por sus atributos y excelencia mecánica. Aquel
slogan de “The ultimate driving machine” ha sido durante mucho tiempo una frase
muy cercana a la realidad.
En la década de los 80 del siglo pasado, BMW demostró, en un mundo dominado por sedanes genéricos, de mala calidad y de imagen decadente, que se podía tener una excelente mecánica y desempeño sobresaliente combinado con un diseño elegante, deportivo, juvenil y atractivo.
Si en
aquellos años eras un joven ejecutivo exitoso, la mejor manera de demostrarlo
al mundo era manejando un BMW.