¿Cuánto tiempo ha pasado ya desde
el lanzamiento del Dodge Charger?
¡Mas de lo que te imaginas!
Ya son 16 años desde que Dodge
presentó un masivo sedán de 4 puertas con el nameplate de Charger en lugar de
un muscle-car.
Algo que muchos en su momento no
entendimos y seguimos sin entender.
A final de cuentas, y por mas
caballaje que Dodge coloque por debajo de su cofre, el Charger es ya un auto
muy viejo, casi obsoleto cuando se le compara con la competencia de su
segmento, que en su mayoría… ¡ya no existe!
Pues bien, hace unos días Dodge presentó el nuevo Dodge Charger Daytona SRT Concept. Y antes de que corras a un dealer Dodge-Chrysler-Jeep-Fiat (y sabe Dios cuantas marcas más) es recomendable que repases el nombre del modelo que remata con un majestuoso: Concept. Que en pocas palabras quiere decir que no es muy probable que llegue algún día, al menos tal cual, a la producción.
Y honestamente, esa es la parte que mas dolorosa debe ser para los concesionarios de una marca que aglutina muchos nombres y marcas, y muy poca oferta atractiva para los clientes.
-El Dodge Charger Daytona SRT Concept existe porque el rendimiento nos obligó.- eso es lo que Tim Kuniskis, director de Dodge declaró en la presentación del concepto.
Y estamos de acuerdo con Tim, el problema es que Dodge sigue entrampada intentando ser una marca de músculo puro, dejando de lado a clientes de otros segmentos. Y lo que es peor, en mercados emergentes, perdiendo personalidad haciendo rebadge de productos Mitsubishi, Hyundai y Fiat.
Pero hablemos de su imagen. Este nuevo Daytona tiene sus méritos, aunque aun parece ser un auto montado en la plataforma de un Eclipse.
Lo principal, es que por primera vez en muchos años, Dodge presenta unos interiores actualizados. Los asientos dejaron de ser esos masivos sofás gordos, para montar unos actualizados asientos con respaldos de fibra de carbón. El tablero abandona esa imagen voluminosa, redondeada y setentera de los tableros actuales de productos de la marca para montar un tablero, clúster digital, pantalla de sistema de infotainment agresivos y angulares, sin ser exagerados y que lucen muy cercanos a los de una probable producción.
El volante también es algo que al menos el Challenger debió de montar hace mucho tiempo.
Su diseño interior es uno de los mejores aspectos del Dodge Charger Daytona SRT Concept.
Hay un detalle en el que la marca debería de poner mas cuidado. Dodge carece de un logotipo identificable. No hay un óvalo azul como en Ford, una corbata dorada como en Chevrolet, un cabalino rampante como en Ferrari, o un escudo de armas como en Porsche. Apenas la tipografía de Dodge y los emblemas demoniacos en los salpicaderos o la doble diagonal en algunos modelos. Pero este es un aspecto que el equipo de mercadotecnia deberá desarrollar.
El exterior del auto es una mezcla de dimensiones y estilos del Challenger y Charger actuales. Y si Dodge sigue mirando hacia el pasado, llegará el punto en que traigan a la vida un diseño basado en el tronco móvil de Pedro Picapiedra. ¡Cuidado Dodge! el retro paso hace mucho tiempo de moda.
Sin embargo el concepto tiene sus méritos estéticos. El primero es que Dodge no cae en los clichés de imagen de los autos eléctricos. No hay volúmenes extraños. El auto luce como lo que debe ser, un coupé de grandes dimensiones.
El frontal es muy limpio, ayudado por el R-Wing que hace que el auto tenga un ducto aerodinámico en donde debería llevar la parrilla de radiador.
El perfil es muy tradicional. Tres volúmenes correspondientes a un muscle-car. Cofre largo, cabina extendida hacia atrás, con una ventanilla trasera muy amplia para un coupé, y tercer volumen recortado con una línea de carácter que nace en la base del parabrisas extendiéndose a todo lo largo, para crear el volumen del musculoso costado trasero. Para alguien que no ponga cuidado en las imágenes, podría lucir como un Challenger actual.
Las ruedas del concepto, con propósito aerodinámico son el único rasgo de personalidad del perfil, y a nosotros nos provoca una severa confusión que va del -Me gustan- al -Las odio-, pero extrañamente estamos de acuerdo en que no lucen fuera de lugar a pesar de la carga estética.
La parte trasera con lámparas de ancho completo y el emblema del trípode retro Fratzog que Dodge utilizó de 1962 a 1976, y que seamos honestos: A la mayoría de la gente no le dice nada.
¿Nos gusta?
El Dodge Charger Daytona SRT Concept es un concepto muy conservador, respecto a los avances de otras marcas.
Honestamente luce como una plataforma de Challenger al que se le hizo un profundo rediseño interior y exterior para levantar las expectativas de los seguidores de la marca ante el inminente debut de la séptima generación del Mustang.
Estéticamente aporta muy poco y tecnológicamente, la información es aun muy escasa como para poder reconocer sus prestaciones y bondades. Repite muchos clichés de imagen de la marca que sigue apoyándose en un pasado igual de gris que su presente.
Si además de lo anterior consideramos que de llegar a la producción, y como es costumbre de Dodge, tendría un precio absurdamente alto que lo haría solamente un producto de nicho estadounidense, las posibilidades comerciales serían muy reducidas.
Pero aun a pesar de lo anterior, ¡Nos gusta! Y nos gusta porque aunque estamos al borde del fin del motor de combustión interna, Dodge nos da la esperanza de que no todos los autos en el futuro tendrán que parecerse a un Toyota Prius o un Huyndia Ionic. Nos gusta por que en el futuro nos recordará la época en la que la humanidad contaminó a mas no poder la atmosfera con la quema irracional de combustibles fósiles.
Nos gusta porque nos recordará aquellos autos absurdos del siglo pasado que nunca pudimos manejar. Porque molestaremos a los vecinos con el ruido de un motor, que ya no está allí. Porque nos recordará los tiempos de gloria de Detroit.
Nos gusta, porque aunque sabemos que Dodge es apenas el nombre de una marca que ya no es propiedad norteamericana, seguirá ilusionando a sus clientes con el espejismo de mecánicas absurdamente grandes, ineficientes y brutales que mantendrán , al menos por un tiempo, vivo el mantra de: Bigger, faster, better.
Créditos: Stellantis.