Después
de hacernos soñar con el prototipo del Alpine A110-50 y el drama que le continúo
al momento en el que la alianza estratégica con Caterham se vino abajo
estrepitosamente, pareció por unos meses que un deportivo para Renault quedaría
en el olvido.
Pero
lo anterior sería muy injusto dado que Nissan tiene representantes en estas áreas
con el Fairlady Z y el GT-R mientras que Infiniti hace soñar a los pocos
aficionados de la marca con el Eau Rouge, pero, ¿Y Renault?