Dodge o SRT (o Chrysler, Fiat o
FCA, o tal vez todos juntos), presentaron esta semana pasada el nuevo Charger SRT Hellcat un despliegue exagerado y abrumador de lo que un sedán americano debe de
ser.
Es cierto que nadie en su sano
juicio requiere de un sedán de 4 puertas que parece haber ingerido una dosis
masiva de esteroides que le provoco la generación espontánea de un cofre tipo
Viper, sonido intimidante y actitud agresiva.
¿Pero a quien le importa? La
simple idea de que alguien en Dodge por fin paso por encima de los
“beancounters” corporativos para recrea
un auto con las características que hicieron de los vehículos de Mopar una
leyenda, vale por sí mismo la pena.
Ningún padre de familia (hasta
hoy) ha pensado en un sedán familiar que le permita completar el cuarto de
milla en 11 segundos (con llantas normales) y alcanzar más de 280 kilómetros
por hora en menos de 13 segundos cuando se requiere llegar rápido a dejar a los
niños al colegio, la simple idea de que una bestia semejante existe hace que
cualquiera imagine las posibilidades y esboce una sonrisa un poco malévola.
En cuanto a la imagen del nuevo
Charger, hay que decir que su re-styling y las modificaciones del Hellcat lo
hacen muy atractivo, incluso más que el Challenger que empieza a lucir un poco
viejo.
Dodge y SRT han alcanzado algo
muy pocas veces visto con este nuevo Charger, han creado un automóvil que
seguramente quisieran poder ver y manejar en Europa, pero que es por el momento
un privilegio americano.
A la altura de su imagen están sus
prestaciones mecánicas, ya que por ejemplo el cofre no tiene esos outlets
fingidos como en algunos otros Muscle. En este Charger son funcionales.
Porta los discos de frenos delanteros
de mayor diámetro en Chrysler-Dodge y su cigüeñal de acero forjado con soportes
de apoyo templado por inducción es tan resistente que es capaz de soportar una presión
equivalente a la que ejerceria el peso de un sedán familiar en cada pistón por
cada 2 revoluciones.
También incluye unas fascias de
diseño exclusivo para este modelo.
Efectivamente es un exceso que
nadie requiere, pero este tipo de mentalidad fue la que hizo grande a la
industria automotriz americana y se requería alguien como Marchionne para darle
un toque de libertad semejante a una marca que apenas hace unos meses algunos
daban ya por muerta.
Créditos:
Fuente e Imágenes:
Chrysler Group Media.