Fundada oficialmente el 6 de junio de 1925 por Walter P. Chrysler, la marca nació como un ícono del ingenio americano, ofreciendo tecnología avanzada al alcance del ciudadano común.
El Chrysler Six de 1924, precursor del legado, marcó una pauta con su motor de seis cilindros en línea, frenos hidráulicos y una propuesta mecánica adelantada a su tiempo.
Ese auto, hoy exhibido en el Salón de Nueva York 2025, representa no solo el inicio, sino también una especie de recordatorio melancólico de lo que Chrysler alguna vez fue.
Durante décadas, Chrysler fue sinónimo de avance e innovación: el Airflow de 1934 fue el primer auto diseñado en túnel de viento; en 1951 apareció el mítico HEMI V8; y en 1983, inventaron la minivan, segmento que dominaron durante más de 40 años.
No olvidemos al
majestuoso 300C, uno de los primeros muscle cars respetados tanto en Detroit
como en Europa, o los experimentos futuristas como los vehículos con turbina en
los años 60.
Durante la década de los 90,
Chrysler se auto percibía como una marca de lujo, con un portafolio de
productos minimalista y una política de precios y postventa en sus
concesionarios, que hacía que tener y mantener un Chrysler fuera más caro que
tener un Cadillac, Audi o BMW.
Sin embargo, el siglo XXI fue
menos amable. La crisis financiera de 2008 la dejó al borde del colapso, siendo
rescatada por Fiat y absorbida por el gigantesco conglomerado que hoy conocemos
como Stellantis. Desde entonces, Chrysler ha vivido en pausa, su portafolio no
es tal, sino el residuo de producción de minivanes que ya nadie quiere.
—Pacifica y Voyager— y con presencia casi fantasmagórica en mercados clave.
Un centenario con sabor a
epitafio
Y sin embargo, llega el 2025, y Chrysler decide celebrarse. La marca anuncia su “Century of Innovation”, un
homenaje a su propia historia en el marco del Salón Internacional del Automóvil
de Nueva York, donde también se festejan los 125 años del evento. Para ello,
Chrysler presenta una trilogía simbólica:
El pasado: El Chrysler Six de
1924, el mismo modelo que debutó hace un siglo en este mismo evento.
El presente: El Pacifica Plug-in
Hybrid, el primer y único híbrido enchufable de su clase, con hasta 520 km de
autonomía total.
El futuro: El Halcyon Concept, un vehículo completamente eléctrico, autónomo y con diseño "Harmony in Motion", que parece más una declaración filosófica que un prototipo viable.
A esto se suman campañas en redes
sociales, videos conmemorativos, mercancía de aniversario y el anuncio de una
Pacifica renovada para 2026, un nuevo crossover y un tercer modelo inspirado en
el Halcyon.
¿Festejo o despedida?
No se puede negar la relevancia
histórica de Chrysler, ni su impacto en la cultura automotriz mundial. Pero
hoy, esa marca que alguna vez desafió al mundo desde Detroit, se encuentra en
una encrucijada: entre la nostalgia de lo que fue y la incertidumbre de lo que
podría ser.
Mientras otros fabricantes
estadounidenses se reinventan con propuestas sólidas en electrificación, Chrysler apenas intenta imaginar un futuro posible. Celebrar 100 años es
legítimo, pero sería más admirable ver un plan de resurrección real, más allá
de conceptos bonitos y videos emotivos.
Mientras tanto, en los concesionarios
de Stellantis, la imagen de marca de Chrysler brilla por su ausencia y a la
gente menos de 60 años, el nombre Chrysler ya no les dice nada.
Poco que celebrar, especialmente para
los concesionarios de una marca en la que invirtieron cantidades masivas de dinero,
solo para que Stellantis la deje morir lentamente.
Aun así: ¡Feliz cumpleaños Chrysler!
Créditos:
Fuente e imágenes Chrysler ®
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